MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La directora de Medios de Comunicación de la Comunidad de Madrid, Isabel Gallego, aseguró hoy que las explosiones y el ruido de la metralla que escuchó mientras se refugiaba en un malecón cercano al Hotel Oberoi, objetivo de uno de los ataques terroristas perpetrados en la ciudad, "parecían fuegos artificiales".
Gallego, que hizo estas declaraciones minutos después de aterrizar con el avión fletado por el Ministerio de Exteriores a India en el que viajó con otros 55 españoles, fue recibida por la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, quien se acercó a ella inmediatamente, ya que fue la tercera en salir del avión, por detrás del presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández, y del responsable de la Cámara de Comercio, Salvador Santos Campano.
Con un ramo de rosas, la directora de Comunicación intentó en varias ocasiones encenderse un cigarro a pesar del viento que hacía en la pista de la Base Aérea Torrejón de Ardoz, algo que ha echado "mucho de menos" mientras estaba encerrada en el malecón esperando a salir de allí para volver lo antes posible con sus hijos. "Sin batería y sin tabaco, casi me da algo", señaló Gallego mientras explicaba a Aguirre lo mal que lo había pasado.
La periodista no podía disimular su rostro cansado: "Llevamos muchos días sin dormir, con mucha tensión y con muchos momentos de incertidumbre", señaló, al tiempo que destacó la información que llegaba continuamente "era bastante confusa". "Muchas veces teníais más información vosotros que nosotros allí", añadió a los medios de comunicación allí presentes.
En presencia de sus compañeros de trabajo que acudieron a la base a darle la bienvenida, Gallego recordó que estuvieron escondidos en las rocas y "escuchando las bombas, las explosiones que se producían en el hotel --Trident Oberoi--, y que luego se extendían por el resto de la ciudad". "Se escuchaban los ametrallamientos de manera tan nítida como si estuvieran aquí", apostilló.
Antes de salir para su casa, concluyó diciendo que ahora lo único que quiere es ir a ver a sus hijos y volver a hacer lo que ha hecho "siempre".
Más nerviosa se mostró Yolanda Vidal, la operadora de cámara que que trabaja para el equipo de Comunicación de la Comunidad de Madrid. "Estoy muy nerviosa, muy nerviosa", repetía mientras se secaba las lágrimas de los ojos y evitaba el objetivo de la cámara.
Con gafas de sol, y rodeada de todos sus compañeros, explicó que se enteró de los atentados porque la "estaban disparando detrás"."Por eso me enteré", agregó, a la vez que llorando indicó que estaban todos bien "dentro de lo mal" que lo habían pasado.
Mientras, el fotógrafo de la presidenta, Carlos Iglesias, bajó del avión y se dirigió a sus compañeros. En manga corta y con la cámara de fotos en la mano, aterrizó haciendo fotos a todos los presentes en la pista que estaban esperando al avión. Rompiendo el protocolo --estaba el ministro de Exteriores, Miguel Angel Morantinos-- lo primero que hizo fue acercarse al cordón donde estaban los medios de comunicación para buscar a sus compañeros de equipo.
Sus colegas le recibieron con un fuerte abrazo, entre alegría y gritos, centrando toda su atención en él aunque intentando no perder de vista lo que pasaba a su alrededor puesto que tenían que seguir trabajando. Tras saludar a las personas allí presentes se fue a su casa a descansar.