MADRID 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Oftalmólogos de la Clínica Pío XXII de Madrid están utilizando con éxito un novedoso tratamiento para revertir la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) basado en una inyección intravitreal que permite evitar los efectos secundarios que provocan los tratamientos actuales.
Esta enfermedad oftalmológica afecta al 15 por ciento de la población y está causada por un deterioro de la mácula que provoca, a su vez, un deterioro progresivo de las células y del epitelio pigmentario de la retina, siendo la principal causa de ceguera legal en España.
Para frenar y revertir este deterioro, según ha explicado a Europa Press el doctor Luis Antonio Outeiriño, oftalmólogo de esta clínica madrileña, han comenzado a utilizar "con éxito" un tratamiento vasculotrópico, el dobesilato, indicado para la retinopatía diabética no proliferativa.
Este fármaco sólo se comercializa en España en comprimidos, de ahí que Outeiriño y su equipo lo tengan que importar de otros países de Europa, como Francia, donde está aprobado la presentación líquida que permite inyectarlo intravitrealmente.
La clave de este tratamiento, ha explicado el exjefe de Servicio de Histología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid Pedro Cuevas, que descubrió su potencial para la DMAE, es que actúa inhibiendo el factor de crecimiento de fibroblastos, que participa en la inflamación y angiogénesis que se produce en la degeneración macular, tanto en las de tipo seco como en las húmedas.
"CON UNA ÚNICA INYECCIÓN"
Desde entonces ya lo han utilizado en más de 200 pacientes y han visto que en el 80 por ciento de los casos consiguen una mejora significativa y logran revertir la enfermedad "con una única inyección", asegura Cuevas.
"Los pacientes empiezan a notar una mejoría apenas una semana después", explica este experto, que apunta que los efectos se mantienen a largo plazo, como han comprobado en pacientes que se sometieron a este tratamiento "hace más de un año".
Pero la principal ventaja, según Cuevas, es que evita al paciente los importantes efectos secundarios que presentan las terapias intravitreales actuales que, además, "han de usarse como tratamiento crónico".
"Pueden causar endoftalmitis, isquemia, desprendimiento de retina, hemorragia o cataratas y, fuera del ojo, puede causar hipertensión, hemorragia con perforación intestinal, infarto de miocardio y cerebral, depresiones, retraso en la cicatrización de las heridas", ha aseverado.
Por ello, ambos expertos consideran fundamental que se dé a conocer el novedoso tratamiento que están utilizando, cuya eficacia ya han publicado en la revista 'British Medical Journal'.