Foto: PSOE
MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha denunciado este martes la "falta de adecuación tecnológica" y los "malos olores" que genera la depuradora de la China, una instalación cuyo cierre anunció el Ejecutivo municipal hace ocho años.
Lissavetzky ha asegurado que se trata de una instalación municipal que no sólo genera "malos olores", sobre todo en verano, o "plagas de mosquitos", por los que se ve afectada un área poblacional de "300.000 habitantes", distribuidos entre los distritos de Vallecas, Usera y Villaverde, sino que además genera "contaminación", ya que vierte al río Manzanares "nutrientes como el nitrógeno o el fósforo", ha explicado.
"Para Ana Botella no son los mismos los ciudadanos de unos distritos que de otros. Los distritos con más dificultades y más problemas son los que se tienen que tragar los malos olores y la falta de adecuación tecnológica de esta depuradora", ha sentenciado Lissavetzky.
Por otra parte, ha denunciado que el Ejecutivo municipal, con Alberto Ruiz Gallardón a la cabeza, anunció en 2006 el "cierre de la depuradora", ya que "no cumplía con la normativa europea", con la promesa de "aumentar" las depuradoras del Sur y de Butarque. "El hecho es que ocho años después, todo sigue igual", ha sentenciado.
La depuradora de la China, la primera de Madrid, construida en los años 60, procesa "20.000 litros de aguas fecales por segundo" y genera "337.000 kilos de fango al día". Si ese fango "contara con una planta de secado", se evitarían los malos olores, ha explicado Lissavetzky.
El portavoz de los socialistas municipales ha invitado a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, a "visitar" la depuradora de la China y comprobar en persona la situación de la instalación, que, situada frente a la Caja Mágica, se iba a "integrar" --según el programa electoral del Partido Popular en las elecciones municipales de 2011-- en parte del Parque Lineal del Manzanares en una "ampliación de 24 hectáreas", ha explicado.
Lissavetzky ha acusado a Botella de "tozudez" y "desconocimiento terrible" al definir a Madrid como "una ciudad inteligente" cuando obvia realidades como la de la depuradora de la China. "Una ciudad inteligente es la que mejora la calidad de vida de sus ciudadanos, no el que puedas pagar los impuestos por Internet, que está muy bien", ha defendido Lissavetzky.
El portavoz de los socialistas municipales también ha hablado de la existencia de "un convenio" que el Ayuntamiento "firmó en el año 2009" con el Ministerio de Medio Ambiente para el desmantelamiento de la depuradora, que implicaba un "compromiso de en torno a 900 millones", ha detallado Lissavetzky. Este convenio aún no se ha habría hecho efectivo, ya que pasaría por la "modificación del plan de saneamiento" ligado a esta instalación, extremo que el portavoz de los socialistas "desconoce" si se ha producido.
Lissavetzky ha pedido a la alcaldesa que "tome una decisión ya" con respecto a la depuradora tras "hablar con quién tenga que hablar", pero que deje de "engañar permanentemente" a los madrileños.
El portavoz de los socialistas también ha aprovechado para denunciar la situación del vertedero de Valdemingómez, con un "despilfarro energético" a través de una "planta de biometanización", produce "contaminación atmosférica".