MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Más de 25.000 personas podrán convertirse el sábado, en plena Noche en Blanco, en dobles del 'madrileño del año' parapetadas tras sus caretas y en un intento de participar en "una pequeña aventura, en un juego colectivo", según los organizadores, para intentar reflexionar sobre los famosos 15 minutos warholianos de fama.
El 'madrileño del año', Alberto Santander Martínez, se ha presentado ante los medios de comunicación en una original rueda de prensa, en la que hasta los informadores tenían que lucir una careta con su rostro para poder acceder. Ha confesado sentirse "muy nervioso" ante tantos dobles y espera que "pase el sábado cuanto antes".
Alberto Santander ha explicado que representa el "prototipo del madrileño", es decir, le gustan "los bocatas de calamares, el tapeo y salir de cañas". "Soy un chaval de 22 años, chinchonete, con familia y casa en Morata de Tajuña, aunque nací en Madrid, en el Hospital de Santa Cristina y desde hace cuatro años vivo aquí (en Chamberí)", explica en el dorso de la careta que se repartirá el sábado.
"Soy militar y estudiante de auxiliar de enfermería. Mi lugar preferido de Madrid es el Templo de Debod aunque la mejor imagen de la ciudad para mí es la Fuente de Cibeles con el Palacio de Telecomunicaciones de Fondo", reza la careta.
Precisamente se le ha preguntado por el Palacio de Cibeles o, más concretamente, por su inquilino más famoso, un tocayo suyo, Alberto Ruiz-Gallardón. "No me gustaría tener su puesto pero sí su nómina", ha asegurado entre tímidas sonrisas después de decir que todavía no conoce en persona al primer edil.
No ha querido desvelar muchos de sus planes para el sábado: sólo ha confesado que espera que no le reconozcan demasiado y que en algún momento, para desconectar, se pondrá la careta con su propio rostro para pasar desapercibido entre "la infección masiva" de Albertos Santander que poblarán la ciudad, como ha definido uno de los organizadores.
MÁS AMIGOS... Y UN NUEVO AMOR
El ya madrileño del año ha explicado que sus superiores en el cuartel se lo han tomado bien, que el teléfono no para de sonar y que no le dejan echarse la siesta, que se han multiplicado sus amigos en Facebook y que incluso podría haber encontrado el amor gracias al certamen y a una red social.
"Una chica me dijo por Internet que me había votado y que le gustaba. Le he mandado una invitación para que me acepte (entre sus amigos de la red social) pero por ahora no ha pasado nada", ha relatado haciendo gala de su naturalidad.
Esta iniciativa del madrileño del año dentro de La Noche en Blanco, promovida por el colectivo de arquitectos Pac-Man, trata no sólo de divertir a una ciudad que no piensa dormir el sábado sino también de promover una reflexión sobre la fama efímera. "La noche del sábado todos seremos Alberto", ha explicado el director de La Noche, Pablo Berástegui.
Y se conseguirá gracias a todo un elenco de actores que estarán presentes, parapetados tras las caretas, en los lugares preferidos de Alberto Santander, como el Templo de Debod y sus atardeceres, las cañas de La Latina, la Plaza Mayor y sus bocatas de calamares o el Museo del Prado, con su cuadro favorito, 'La condesa de Chinchón', de Goya.
Pero la interactividad seguirá presente en esta propuesta, como han explicado los organizadores de la idea al compás del '¿Quién es él?', de José Luis Perales. Y es que todos aquellos que en la noche del sábado se hagan con una de las 25.000 caretas que se repartirán con el rostro de Alberto Santander podrán seguir las recomendaciones que aparecen en el dorso.
Por ejemplo, podrán abrazar o dar la mano a otra persona que lleve la misma máscara o decirle que le sienta muy bien la ropa si luce algo azul, el color favorito del madrileño del año. O también echarle un poco de cara: "si ves a alguien que te gusta pregúntale a qué sitio se dirige... ¡Qué casualidad, también vas en esa dirección".
MARCA DE PRESTIGIO
La idea, como ha expuesto uno de los integrantes de Pac-Man, Carmelo, es convertir el 'madrileño del año' es una "marca de prestigio, como puede serlo "Miss España" aunque en este caso no gana "la más guapa ni el más fuerte porque cualquiera puede ser el madrileño elegido".
Ha defendido además el uso de las caretas ya que permite a los ciudadanos, reconvertidos en participantes, ser más libres y hacer aquello que no se atreven a cara descubierta, ya sea por timidez o por otras circunstancias.
También han querido estar con Santander, y tras sus caretas, algunos de los finalistas, que han explicado por qué se presentaron a esta propuesta. Unos, como Popi Genís, para dar a conocer un proyecto, el reparto por la ciudad de huchas con poemas a cambio de dinero para niños desfavorecidos, y otros, como el mexicano Edgar González o la barcelonesa Teresa Pascual, para alabar las cualidades de la capital. "A la semana de estar en Madrid ya me sentí un madrileño más", han confesado.
Alberto Santander fue elegido por votación popular entre 550 candidatos anónimos. Recibió 1.603 apoyos el distrito Centro, con un centenar de participantes, fue el más volcado en esta iniciativa, en la que de los diez ciudadanos más votados, nueve fueron hombres.