MADRID 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Ataviada con una chaquetilla granate, como una camarera más, la actriz y vocalista de Marlango Leonor Watling se deslizaba hoy entre las mesas del Café Central de Madrid para sorpresa de la clientela. Sobre la bandeja, la comanda y una tapa, por cortesía de Oxfam Intermón: un saco de arroz que ha viajado en la maleta del bloguero gastronómico y periodista Mikel Iturriaga desde Burkina Faso y que tiene, como todos los alimentos, "el poder" de cambiar vidas.
Este es el lema de la campaña de Navidad de Oxfam Intermón, que ha recibido el respaldo de otras personalidades del mundo de la cultura, como los actores Álex Gadea, Marta Nieto, Alberto Amarilla, Carmen Ruiz o Sole Giménez y que incide en el mensaje de que los alimentos que se cultivan en los países del Sur tienen el poder de transformar las vidas de las comunidades en que los cultivan y los procesan.
Así, en Burkina Faso el arroz enseña a leer, porque hay comunidades que pueden escolarizar a sus hijos gracias a la explotación de este producto; el mango lucha por los derechos de las mujeres, porque secándolo ganan un dinero que les da peso en la comunidad; el maíz previene el cólera, porque permite a los niños crecer fuertes y el café enseña a sumar, si con su comercio justo los agricultores pueden pagar el colegio de sus hijos.
Es simple, "sin alimentos no hay futuro, no hay nada", conforme resume Iturriaga, embajador de la campaña. "Si no tienes acceso a los alimentos no puedes hacer nada, no puedes educarte, no puedes combatir las enfermedades, no puedes trabajar ni luchar por tus derechos: El acceso a los alimentos tiene el poder de cambiarte la vida. Eso es así", ha sentenciado.
En una entrevista con Europa Press, el también conocido como 'El Comidista' por el nombre de su blog, explica lo que "impacta" conocer de primera mano las condiciones de vida en un país como Burkina Faso. "Impresionar para mal, un centro sanitario al que fuimos, que es un palacio comparado con el hospital más cutre de España. Es muy duro ver a los niños con malaria, a las personas enfermas que están en esas condiciones", señala.
En el apartado de "impresionado para bien", destaca "la alegría de la gente" y el descubrir que una comunidad que "antes estaba totalmente a merced de la climatología y de lo que pasara ese año", ha conseguido con acompañamiento mejorar los cultivos y aprender a transformar el maíz. "Viven en condiciones súper humildes pero tienen para comer y como tienen para comer, tienen para mandar a sus hijos al colegio y para pagar esos centros sanitarios", ha señalado.
Un total de 842 millones de personas en el mundo pasan hambre y el 80 por ciento de ellas trabaja en el sector agrícola, una paradoja que la responsable de Seguridad Alimentaria de Oxfam, Lourdes Benavides, explica desde el punto de vista de la necesidad de apoyo a la agricultura local para conseguir que en países donde sólo hay una cosecha al año, lo recolectado sea suficiente.
"Es necesario que puedan producir los alimentos que les permitan tener una vida digna y que tengan acceso a la tierra, a los recursos y a la tecnología necesaria", ha añadido. En declaraciones a Europa Press, Benavides pone el acento en el poder transformador de esta pequeña agricultura, porque no sólo cubre la necesidad más básica, que es la alimentación, sino que permite un desarrollo que abarca desde la sanidad y la educación hasta el empoderamiento de las mujeres. Es el primer escalón, es "donde empieza todo", ha señalado.