MADRID 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El histórico Tren de la Fresa ha tenido un duro comienzo de temporada con una baja afluencia, según ha reconocido el director del Museo del Ferrocarril, Miguel Muñoz, en una entrevista a Europa Press.
El pasado 30 de junio y 1 de julio, fin de semana en el que empezó la temporada, el tren tuvo una afluencia de 144 y 99 pasajeros, respectivamente, de un total de 300 billetes. En 2011, tuvo una media del 92% de ocupación.
Debido a la baja afluencia de los domingos, para este día se ha decido lanzar una oferta especial y por cada tres billetes comprados te regalan uno.
Además de esta oferta, se ha hablado con los hosteleros de Aranjuez para que aquellos que viajen en el tren tengan descuentos a la hora de comprar.
Los precios son de 29 euros para adultos y 21 para los niños. El viaje será gratuito para los menores de 4 años si no ocupan asiento.
Los viajeros que deseen prolongar su estancia en Aranjuez podrán realizar su viaje de regreso, con el mismo billete, en cualquier tren de cercanías hasta las estaciones de Atocha o Delicias.
El sábado 30 de junio comenzó la temporada de 2012 del Tren de la Fresa, que tendrá una primera fase hasta el domingo 15 de julio y una segunda parte en septiembre y octubre, desde el 1 de septiembre hasta el 27 de octubre.
El atractivo de este tren a vapor hace que turistas extranjeros, principalmente de China, Japón y Sudáfrica, se interesen por hacer el trayecto del Tren de la Fresa aunque el grueso de los turistas son nacionales, principalmente familias.
NO SE PRIVATIZA.
Debido a la difícil financiación del Tren de la Fresa, se barajó la posibilidad de privatizar su gestión. Sin embargo, Renfe decidió estudiar el modelo y finalmente internalizó los servicios del tren, es decir, encargarse de su mantenimiento, seguros y llevar la comunicación del tren, ahorrando así costes.
Durante muchos años, el Tren de la Fresa llevaba una máquina diesel por si había la necesidad de remolcarse. Desde hace dos años, se ha conseguido que sea llevada por una máquina de vapor pura que permite conocer de primera mano cómo eran los viajes a principios del siglo pasado.