MADRID 28 May. (EUROPA PRESS) -
Los trenes que circulan por la red de Metro de Madrid pasan, al menos, 14 veces al año por los talleres del suburbano para someterse a exhaustivas revisiones de mantenimiento preventivo lo que permite aumentar sus niveles de fiabilidad, disponibilidad, calidad y seguridad, ha explicado el consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad, Pablo Cavero.
"Estas inspecciones están incluidas en un plan desarrollado por la Unidad de Mantenimiento de Material Móvil que supera al año las 12.000 operaciones de mantenimiento orientado a reducir la probabilidad de fallos en los trenes, a unos costes eficientes y respetando el medio ambiente", ha señalado.
Cavero ha visitado este lunes los talleres de Hortaleza para conocer estos trabajos que se realizan en los 16 centros con los que cuenta Metro de Madrid, que se encuentran distribuidos por toda la red.
La Unidad de Mantenimiento de Material Móvil de Metro de Madrid, en la que trabajan alrededor de 770 personas, en cuatro turnos, 24 horas al día 365 días al año, cuenta con un taller central, talleres de primer y segundo nivel, equipos de elevación, tornos de foso, una nave de pintura, espacios reservados para el estacionamiento de los trenes cuando no están circulando por la red y otros reservados para las operaciones de limpieza de las unidades que, en un año, superan las 764.000.
PLAN DE MANTENIMIENTO PREVENTIVO
El material móvil de Metro, compuesto por más de 2.200 coches con una edad media de 12,3 años, es sometido a un riguroso Plan de Mantenimiento Preventivo específico para cada serie de trenes, siguiendo las prescripciones y recomendaciones, en materia de seguridad y fiabilidad, más rigurosas del sector ferroviario nacional e internacional.
Este plan se divide en dos grandes bloques de operaciones que incluyen, por un lado, operaciones de inspección, supervisión, monitorización, verificación, regulación, ajuste, puesta a punto y/o sustitución de componentes y consumibles y el retorneado de más de diez mil ruedas al año.
Por otro, está la revisión mensual, funcional y de seguridad, donde se revisan el estado y la funcionalidad de los equipamientos y sistemas que componen el tren, como los bogies, los motores, la caja o las cabinas de conducción. Este tipo de operaciones se conocen como de ciclo largo y de ciclo corto.
Además está la revisión cada 120.000 kilómetros, aproximadamente, cada año, que consiste en una inspección profunda de todos los equipamientos mecánicos, eléctricos y neumáticos del tren. Otro tipo de trabajos son los que se realizan cada 150.000 kilómetros, aproximadamente, cada 14 meses, y consiste en una inspección profunda del recinto de viajeros, la cabina de conducción y los equipos electrónicos.
Cuatro meses después, es decir, cuando el tren supera los 180.000 kilómetros, se realiza una inspección profunda de los equipamientos mecánicos (bogies) y de los acoplamientos. Por último, los trenes de Metro pasan de nuevo por talleres cada seis años para ser sometidos a una revisión que coincide con los 600.000 kilómetros y es una revisión general donde se desmontan, revisan y reparan todos los equipamientos del tren (más de cien elementos) en bancos de taller, bogies, motores de tracción y compresores, entre otros.
Cavero ha señalado que el mantenimiento de los coches es una parte de Metro "que muy pocos viajeros conocen". Así, ha indicado que el Metro de Madrid es el "mejor del mundo" y que para ello, tiene que mantener los 2.300 coches con los que cuenta con "un trabajo heroico por parte de los 800 trabajadores que dedican su tiempo, noches y festivos, para que a las 6.30 horas puedan salir".
En concreto, ha señalado que el 10 por ciento de la plantilla (la plantilla total son 8.000 trabajadores) se dedica a labores de mantenimiento, lo que permite evitar que no ocurra como en otros metros del mundo, como en Reino Unido, donde un "británico tiene que entrar todas las mañanas y ver qué líneas no funcionan para ver que transbordos tiene que hacer", ha dicho.