MADRID 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El sindicato UGT criticó hoy la eventual adjudicación del hospital de Móstoles a la multinacional sueca Capio, de modo que serán tres los centros sanitarios que controlará junto con la Fundación Jiménez Díaz y el Hospital "Infanta Elena" de Valdemoro.
Aunque esta decisión aún debe ser formalizada, UGT-Madrid considera que el consejero de Sanidad, Juan José Güemes, "juega con fuego, al otorgar a una empresa multinacional, con intereses privados y ánimo de lucro, tanto poder de decisión, sobre la gestión de servicios y la planificación de las necesidades sanitarias de la población madrileña".
Del mismo modo, el sindicato considera de "extrema preocupación" y de responsabilidad exclusiva del Gobierno que preside Esperanza Aguirre, que la salud de 750.000 madrileños quede sujeta a la evolución de las acciones de la multinacional sueca en la bolsa de Estocolmo y a estrategias empresariales definidas por su Junta General de Accionistas o su Consejo de Administración.
"Estrategias empresariales que serán definidas sobre documentos o balances contables y cuentas de resultados, para los que las necesidades de salud de la población madrileña tendrán un carácter secundario respecto a la rentabilidad, es decir, el negocio", destaca.
Para UGT-Madrid, en definitiva, "no es ético" que las enfermedades de las personas puedan formar parte de un catálogo con una casilla que indique cuánto beneficio se puede obtener de ella, según patologías y necesidades de servicios sanitarios.