BRUSELAS, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) ha señalado que sus representados están "extremadamente preocupados" por la viabilidad de los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para automóviles y furgonetas y por los plazos que fija la Comisión Europea (CE).
"De cara al futuro, solo podemos esperar que los diputados del Parlamento Europeo hablen con una voz unida y realista antes del voto de la Comisión de Medio Ambiente en septiembre y de la votación del Plenario en octubre", subrayó el secretario general de la organización, Erik Jonnaert.
La organización ya calificó en su día de "demasiado agresivas" las propuestas de reducción de emisiones de CO2 para camiones, así como para furgonetas y automóviles, de la CE, que ha establecido una bajada del 15% para el año 2025 y del 30% para el 2030 en comparación a los niveles que se registren en 2021.
En este sentido, advirtió de que la Comisión no ha tenido en cuenta la naturaleza "específica" del mercado de camiones, por lo que los objetivos marcados son "demasiado agresivos" en este caso. Además, consideró que las propuestas del Ejecutivo comunitario son "poco realistas", debido a la baja comercialización de vehículos eléctricos.
Un estudio de la organización europea muestra que la cuota de mercado de coches eléctricos es cercana al 0% en países con un PIB per cápita inferior a 18.000 euros, mientras que no supera el 0,75% en la mitad de todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE).
Los datos de ACEA reflejan también un "claro contraste" en las ventas de automóviles eléctricos entre Europa Central y Oriental y entre las regiones del Norte y del Sur.
Una cuota de mercado de eléctricos superior al 1,8% tan solo se da en países con un PIB per cápita superior a 35.000 euros. En 2017, este tipo de vehículos representó solo el 0,7% del volumen total de ventas en la UE.
Jonnaert insistió en que la asociación está "preocupada" por que algunos responsables políticos tengan expectativas "poco realistas" respecto con el ritmo al que se desarrolla el mercado de vehículos alternativos.
Asimismo, recalcó que un impulso "forzado" de la electrificación del mercado de automóviles podría generar "exclusión social" en muchos países de la UE, reduciendo la movilidad de las personas que "más lo necesitan".