MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El grupo automovilístico surcoreano Hyundai Motor Company ha escogido los mercados de España y Portugal para iniciar el proceso de introducción de su red de vehículos industriales en Europa Occidental, para lo que contará con la colaboración de Bergé Automoción para distribución de los camiones y autobuses en ambos mercados ibéricos.
Los vehículos industriales de Hyundai se comercializarán en 15 concesionarios, con los que ya existe acuerdo previo, en la Península Ibérica durante el próximo ejercicio. De este total, 12 puntos de venta se concentrarán en España, mientras que los 3 concesionarios restantes serán en Portugal.
Desde Bergé Automoción indicaron que por el momento este proyecto se está poniendo en marcha y que se irá implementando con calma, aunque afirmaron que su intención es duplicar hasta 30 los puntos de venta de camiones y autobuses de la firma asiática en España y Portugal en 2012.
Fuentes de Bergé indicaron que este acuerdo representa el primer paso en la intención de Hyundai de comercializar sus vehículos industriales en Europa, a través de una red sólida. Los focos de ventas de estos vehículos en España se concentrarán en grandes ciudades.
La importadora de los camiones y autobuses de Hyundai en la Península Ibérica será Hyundai Trucks Iberia, cuyo director general es Jaime Fernández Gasset, y pretende ofrecer "en un corto plazo de tiempo" una nueva gama de vehículos industriales adaptados a los estándares europeos, ya que incluirá furgones, camiones ligeros, medios y pesados o autobuses.
Inicialmente, se comercializarán dos camiones de Hyundai en los mercados español y portugués, denominados HD55 y HD65 (de 5,5 y de 6,5 toneladas, respectivamente), que tendrán la posibilidad de escoger entre 7 variantes de chasis y dos configuraciones de cabina. Estos vehículos contarán con una garantía de fábrica de tres años o de 200.000 kilómetros.
Más adelante, Hyundai tiene previsto ampliar su oferta de productos en Europa Occidental con la llegada de nuevos vehículos que cumplan con las normativas sobre emisiones del Viejo Continente, así como otros que incorporen nuevas tecnologías como propulsores eléctricos o de pila de combustible.