Publicado 01/02/2018 15:01

Casi un 60% de los padres ponen en peligro a sus hijos mientras conducen por no llevar sillita o montarlos con abrigo

Mamá con bebé en un coche
ACIERTO

MADRID 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

Cerca de tres de cada cinco padres (casi un 60%) ponen en peligro a sus hijos menores de 12 años mientras conducen. De estos, el 52% monta a su hijo con el abrigo puesto y el 12% reconoce no llevar al niño siempre en la correspondiente sillita homologada, según un informe elaborado por el comparador de seguros de coche Acierto.com que asegura que estas acciones "disparan los riesgos en caso de accidente".

Según la compañía, dejar puesto el abrigo a los niños incrementa hasta en un 80% las posibilidades de que salga despedido del vehículo en una frenada brusca porque, según señala, esta prenda genera un volumen falso en el tórax del pequeño, disparando las posibilidades de que se deslice hacia delante, fuera de la sujeción, si se produce un choque. Además, advierte de que "el asunto cobra todavía más importancia" si se tiene en cuenta que muchos de estos anoraks están fabricados en tejidos impermeables y resbaladizos.

En cuanto a la sillita homologada, el estudio --que cuenta con una muestra de 3.000 conductores con hijos pequeños-- desvela que un 12% de conductores no la usan siempre. De entre ellos, el 27% reconoce no hacerlo nunca, y el 73% admite que a veces "se le pasa".

Además, el estudio revela que el 10% de los encuestados cree que la silla no protege adecuadamente a sus hijos, si bien, cuatro de cada diez encuestados sostienen que los niños menores de cuatro años deberían viajar en sentido contrario a la marcha.

VIAJAR EN MAXI-COSI

Según establece el Reglamento General de Circulación es obligatorio que los menores de edad cuya estatura sea igual o inferior a los 135 centímetros utilicen cinturones de seguridad y dispositivos de retención homologados. No hacerlo implica una sanción de hasta 200 euros y la pérdida de tres puntos de carné, según recuerda el cofundador de Acierto.com, Carlos Brüggemann.

La compañía, por otra parte, desvela que tres de cada cinco niños ha viajado en coche en 'maxi-cosi' (silla portabebés o 'capazo') durante más de una hora y media seguida alguna vez y que el 20% lo hace de forma habitual. El resto ha actuado de esta manera en al menos una ocasión.

Según Brüggemann, exceder este tiempo es una "pésima idea" porque, tal y como advierte, la postura que adquieren los pequeños en estos dispositivos incrementa el riesgo de bradicardia --el corazón bombea más lentamente--, de apnea --el bebé deja de respirar durante unos segundos--, y de desaturación de oxígeno --en consecuencia, llega menos oxígeno a la sangre--. Además, los niños tienden a flexionar el cuello y a colocarse en forma de 'C', cerrando la boca y dificultando la respiración, si viajan en este accesorio.