MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación de Examinadores de Tráfico de España (Asextra), Joaquín Jiménez, ha advertido de que los diez minutos de conducción autónoma incluidos en el nuevo examen práctico de conducir, que comienza a funcionar este lunes, no es lo mismo que "ir por donde a uno le dé la gana", y ha señalado que en caso de que el examinador detecte que el aspirante ha memorizado el camino para no encontrar sorpresas, le puede cambiar el recorrido.
"Lo bueno de haber hecho una experiencia piloto --la DGT lleva meses ensayando el nuevo sistema en varias jefaturas de Tráfico-- es que hemos visto muchas cosas", ha señalado a Europa Press el presidente de Asextra, quien ha asegurado que los examinadores se han encontrado con algunos casos de profesores que habían enseñado un camino de diez minutos a los alumnos para reducir la posibilidad de cometer errores durante el examen.
Esta 'trampa' es teóricamente posible porque en la nueva prueba el examinador pide al aspirante que se dirija a un sitio, como por ejemplo la plaza de toros, dándole hasta seis premisas, pero si el aspirante no conoce ninguna de estas premisas, se le dice que circule libremente. Aprovechándose de este modelo, los examinadores han encontrado que algunos alumnos aseguran no conocer ninguna de las premisas y cuando se les dice que circulen libremente, van por el camino que han aprendido previamente en la autoescuela para minimizar los problemas.
Sin embargo, Jiménez ha explicado que esta trampa en la práctica no es posible porque el examinador puede "reconducir el examen con una indicación en cuanto que ve un indicio" de que el alumno conduce de memoria. "Le digo por ejemplo que haga un cambio de sentido, y ya le he cambiado totalmente los planes", ha indicado el presidente de Asextra, quien ha desanimado a los profesores a que enseñen este tipo de trucos a sus alumnos.
POSITIVO, PERO CON MEJORAS
En general, los examinadores han calificado positivamente "todo lo que tenga como resultado que el alumno salga mejor preparado" y, en este sentido, han aplaudido que se introduzca en el examen una parte de comprobaciones previas, en la que se le pregunta al aspirante por el medidor del aceite, los documentos, los sistemas de frenado, etc, aunque han hecho algunas críticas a otras partes del examen.
Así, Jiménez ha criticado que en el nuevo examen la interrupción de la prueba deba ser, según una instrucción enviada por la DGT, la "excepción" y no la norma general. "No nos parece de recibo mantener dando vueltas a un alumno que ya ha suspendido hasta que agote los 20 o 25 minutos de la prueba", ha señalado.
Asimismo, ha valorado que los examinadores comuniquen el resultado de la prueba a los aspirantes, ya que se da "un mayor servicio al ciudadano", aunque ha temido que si el año pasado hubo nueve agresiones a examinadores de alumnos que habían suspendido, con el nuevo sistema esta violencia "se multiplique por dos". "Nos da un poco miedo que algunos alumnos no sepan reaccionar bien", ha apuntado.
También ha cuestionado que se pueda pedir al aspirante que conduzca durante 10 minutos --el tiempo que dura la parte de conducción autónoma-- siguiendo las indicaciones de un GPS. "Si el objetivo es que la actuación no esté condiciona por una continua indicación del examinador, qué diferencia hay con que las indicaciones no las dé el examinador, sino que las dé un GPS", se ha preguntado.
Por último, ha apuntado que el hecho de que ahora se introduzca la conducción eficiente en el examen práctico es "un poco peligroso", ya que si "para conductores habituales es complicado hacerla, para uno que está empezando a aprender es todavía más difícil". En este sentido, ha indicado que técnicas para ahorrar combustible como "saltos de marcha" o conducir con marchas largas pueden ser incompatibles en algunos casos con la seguridad vial.