MURCIA, 27 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) está participando en un estudio mediterráneo sobre las migraciones, para lo que procedió al anillado en Isla Grosa de más de 1.800 aves de paso hacia el norte de Europa.
En concreto, el equipo de anilladores de aves de Anse analizó la migración prenupcial en la estación de anillamiento de Isla Grosa. Durante el estudio, que comenzó el 16 de marzo y finalizó el 15 de mayo, se trampearon aves durante todos los días. A las aves capturadas se les colocó una anilla metálica con remite del Ministerio de Medio Ambiente antes de su liberación.
Los resultados obtenidos se incluyeron en el proyecto 'Piccole Isole' de anillamiento en pequeñas islas del Mediterráneo, en el que participan numerosas estaciones de diversos países ribereños, y tiene como objetivo el estudio de la migración de los paseriformes europeos.
La Isla Grosa está declarada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y supone "un lugar excepcional para el estudio de las migraciones", informaron en un comunicado fuentes de la Asociación de Naturalistas del Sureste.
Debido a su situación geográfica, muy próxima a Cabo de Palos, en Cartagena (Murcia), muchas aves utilizan la isla como lugar de descanso durante sus migraciones al ser el primer lugar de tierra firme disponible que divisan tras cruzar el mar Mediterráneo.
Durante este estudio se capturaron un total de 2.289 aves de 45 especies. De estas, 1.827 aves fueron anilladas por primera vez, mientras que el resto ya habían sido anilladas previamente. La especie más abundante fue el Mosquitero musical, con un total de 934 anillamientos, destacando un ejemplar que portaba anilla con remite de Suecia.
Esta especie, una de las aves más comunes de Europa, apenas alcanza los 10 gramos de peso. A pesar de su pequeño tamaño, realiza una migración desde sus cuarteles de invernada en el centro de África hasta Europa central y Escandinavia, en la que tiene que cruzar el desierto del Sahara y el mar Mediterráneo.
Anse realizó una primera parte de los estudios de migraciones en Isla Grosa en 2007, y tiene previsto repetirlo durante los próximos años, con el fin de obtener una serie de datos a largo plazo. Estas series de datos de varios años, analizadas conjuntamente con todas las estaciones del proyecto 'Piccole Isole', permiten conocer mejor las migraciones de las aves así como la evolución de sus poblaciones.
El estudio fue posible gracias a la acción totalmente voluntaria de anilladores y colaboradores, principalmente de Anse, y contó con la autorización y colaboración de la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Región de Murcia, que facilitó las instalaciones, así como el transporte hasta la isla.