MADRID 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El subdirector de Tráfico y Movilidad de la Dirección General de Tráfico, Federico Fernández, se ha inclinado por limitar la velocidad a los autobuses que no dispongan de cinturones de seguridad, aunque ha apuntado que el nuevo reglamento de circulación "aún está en discusión".
"Parece evidente que si el autobús no lleva cinturones y no tienes las mismas condiciones de seguridad que los que sí lo llevan, tengan alguna limitación de la velocidad pero el tema no está cerrado", ha declarado durante la presentación de la campaña de controles de alcoholemia y dorgadicción que comienza este martes.
En este sentido, ha confirmado que también está en discusión un aumento de la cuantía de las multas para aquellos conductores que conduzcan con una tasa de alcohol superior a los límites permitidos, o a quienes lo hagan bajo los efectos de drogas, psicotrópicos o sustancias similares.
Sin embargo, ha destacado que "lo importante no son las multas", sino que "lo fundamental es quequien haya bebido no conduzca" y que "eso es lo que lleva diciendo la DGT desde hace 20 años". Además, ha asegurado que "al fin los españoles van siendo conscientes" y que únicamente "falta un paso" para lograr que nadie coja el coche después de haber bebido alcohol.
Fernández ha recordado también que, especialmente a partir del 15 de agosto, festividad de la Virgen del Carmen, se producirán la mayoría de fiestas populares y, con ello, el consumo de alcohol será algo más cotidiano debido a "la manera de ser" de los españoles.
Por ello, ha insistido en la necesidad de que "todo el mundo se comprometa en la labor fundamental", no solo de no conducir si se ha consumido alcohol, sino de que, "si un amigo o familiar ha bebido, no hay montarse en su coche ni dejarle conducir".
De lo contrario, "algo que debería agradable, festivo y divertido puede convertirse en una desgracia. El riesgo es inasumible", según ha destacado.
20.000 CONTROLES DIARIOS
Por este motivo, la Dirección General de Tráfico (DGT) comienza este martes una campaña de prevención de accidentes que supondrá la realización de un total de 20.000 controles diarios de consumo de alcohol y drogas en las carreteras y ciudades españolas, tanto en las vías dependientes del organismo como en Cataluña, Navarra y País Vasco.
La campaña, que durará hasta el próximo 15 de julio, contará con el apoyo operativo de la Guardia Civil así como con la colaboración de voluntarios de la Asociación de Nacional de Lesionados Medulares y grandes discapacitados físicos (Aspaym) que realizarán una labor de concienciación sobre los conductores durante los controles.
Fernández ha destacado también la labor y el ejemplo de los voluntarios de Aspaym que estarán presentes en los controles para llevar a cabo una campaña de concienciación bajo el lema 'No corras, no bebas, no cambies de ruedas', en referencia a la silla de ruedas a la que se ven postradas muchas víctimas de accidentes de tráfico debido a las lesiones producidas por esta causa. Según ha indicado, ellos son "la mejor manera de transmitirle a los ciudadanos las consecuencias que puede tener conducir habiendo bebido alcohol".
Además, ha recordado que, aunque ha descendido el número anual de fallecidos en carretera por accidentes de tráfico y que también el porcentaje de personas que dan positivo en los controles ha pasado del 5 por ciento hace una década a cerca del 1,5 por ciento en la actualidad, se ha incrementado la proporción de víctimas mortales por accidente que habían consumido alcohol o drogas hasta el 47,3 por ciento.
Así, ha indicado que, según los datos del Instituto Nacional de Toxicología, 291 de los 615 conductores que perdieron la vida en 2012 presentaban este tipo de sustancias.
Por su partem el capitán de la Guardia Civil, Carlos Casco, jefe del subsector de Madrid Norte, ha explicado que los controles de alcohol y drogas se harán "aleatoriamente" pero ha indicado que, para llevarlos a cabo se tendrá en cuenta la presencia de "algún tipo de sintomatología" como falta de coordinación o tiempos de reacción elevados, que podrían ser provocados por el consumo de alcohol, drogas o cualquier tipo de psicofármaco.
"La falta de coordinación es muy patente y las consecuencias en la carretera son terribles, es una fatalidad cuando estamos hablando de estar a los mandos de un vehículo", ha asegurado.
Asimismo, La DGT ha detallado que el consumo de bebidas alcohólicas puede producir dificultad para concentrarse en la conducción, somnolencia, una ralentización de los movimientos y las reacciones, una disminución de la percepción del entorno y, en el caso de que se produzca un accidente, la gravedad de las heridas puede ser mayor, según ha indicado la DGT.
El organismo añade también que los límites legales de presencia de alcohol en los controles es de 0,25 miligramos por litro de aire expirado para la mayoría de conductores y de 0,15 mg/l para conductores profesionales y conductores noveles.
En la actualidad, la Ley de Seguridad Vial tipifica como una infracción "muy grave" la conducción cuando la tasa de alcohol en el organismo supera el límite permitido o cuando se maneja un vehículo bajo los efectos de estupefacientes, psicotrópicos o sustancias análogas. De hecho, las sanciones previstas para este tipo de faltas es de 500 euros, según ha indicado.
Por otra parte, si un conductor, al someterse a un control, da un resultado superior a los 0,6 mg/l puede enfrentarse a penas de 3 a 6 meses de prisión, a multas de hasta un año, a trabajos en beneficio de la comunidad y a la privación del carné de conducir.