Diputado del PSC reta a los concentrados a montar una estructura organizada si quieren echar a los políticos

Recalca que los políticos no pueden cambiar y se parecen a quienes les votan, incluido Camps, por lo que sólo queda echarles

MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -

El diputado del PSC en el Congreso Manel Mas ha retado a las personas afines al movimiento surgido a raíz de las manifestaciones del pasado 15 de mayo a crear una estructura organizada, con propuestas concretas, si de verdad su objetivo es "echar a los políticos", pero ya les ha advertido de que organizarse no es nada fácil.

En un artículo publicado en su página personal de Internet, recogido por Europa Press, Mas se queja de que los medios hayan elevado a la categoría de noticia estas protestas. "Falta ver la importancia de la noticia, si es importante o no, pero los medios han sentenciado que sí", denuncia.

También se muestra especialmente indignado con los medios que han equiparado las protestas españolas a las que han tenido lugar en países árabes. "Que nuestra democracia es imperfecta, incluso, quizás, no es real, ya lo sabemos", reconoce Mas, antes de preguntarse acaso los políticos no son reflejo de la sociedad. "¿Somos nosotros muy diferentes que la sociedad de donde salimos? Vea Camps, aún resultará más votado. ¿Por quién? Por sus conciudadanos ¿verdad?", escribe.

COMO NOSOTROS ECHAMOS A FRANCO

Tras estas reflexiones, reclama a los 'acampados' que no exijan a los políticos que cambien. "Seguramente no sabemos o no podemos hacerlo, somos así. Con nuestros vicios y virtudes. En todo caso, cambiadnos, echarnos fuera como nosotros echamos a los que había antes. Aquellos sólo se fueron por la presión y la fuerza de los luchadores por la democracia", recuerda Manel Mas.

"Si pensáis que somos lo que decís que somos, ¡levantaos!, ¡echadnos fuera! --continúa-- Si creen que somos tan malos, que nos borren, pero no nos pidan que lo hagamos nosotros. ¡Papá, vete! No te jode!".

Pero ya les avisa de que eso no se hace "asentándose en la plaza principal de cualquier capital". "Para nosotros esto no es nada, por eso no nos iremos", confiesa, a la vez que señala que la vía tampoco es la abstención. "¿Quien se responsabilizaría de utilizar nuestros pueblos y ciudades al día siguiente que nos fuéramos?", interroga.

Por todo ello, recuerda a los impulsores del movimiento que sólo aquellas revueltas que se han convertido en movimientos estructurados "han conseguido cambiar las cosas".

TENDREMOS QUE DESAPARECER

"Seguramente es ley de vida que los que hemos llevado al país hasta aquí en un momento u otro tendremos que desaparecer, con más o menos reconocimiento. Si no pasa nada, es normal, hay que aceptarlo. Ahora bien, nos sacará quien tenga los instrumentos adecuados para hacerlo. Quien esté organizado, que ofrezca las propuestas alternativas que sean, mayoritariamente o no, aceptadas", insiste.

En este contexto, advierte a estos colectivos de que la protesta estructurada y propositiva requiere "mucho trabajo", recursos humanos, económicos y técnicos, crear herramientas y descubrir, "como han hecho todos los revolucionarios, que la organización es compleja, costosa y difícil, que los compañeros a veces no son de fiar y te traicionan".

También les recalca que deben ser conscientes de que "el mundo es muy complicado y que hay que saber de qué va, que el enemigo a abatir es poderoso, que te ponen muchas trampas y pocas ayudas, que los recursos son limitados y que no dan para todo. Que se necesitan sacrificios y gente que se sacrifique. Que no todo el monte es orégano".

Como colofón, el diputado socialista catalán, finaliza su artículo deseando "larga vida a la indignación, la lucha, la organización, el cambio y el progreso". "¡Larga vida a la palabra! Con indignación también, Amén", concluye.