Los socialistas, a la espera de saber si Rubalcaba, Chacón, López u otros aspirarán al liderazgo para reconstruir el partido
MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El PSOE se enfrenta a partir de esta noche a la tarea ingente de gestionar la peor derrota que ha sufrido en 34 años de elecciones democráticas. El resultado, 110 escaños y menos de un 30 por ciento de los votos, se suma a su pérdida histórica de poder territorial en mayo y obligará al partido a reconstruir liderazgo, organización y discurso.
La Comisión Ejecutiva del PSOE se reunirá este lunes a las 11.00 para analizar los resultados y convocar el Comité Federal para el sábado 26 o, como muy tarde, para el 3 de diciembre, según distintos dirigentes socialistas. Este órgano es el que deberá poner fecha al 38 Congreso Federal del partido, donde se elegirá al nuevo secretario general en sustitución de José Luis Rodríguez Zapatero y que ya ha sido solicitado por el candidato derrotado, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Rubalcaba --candidato y por tanto líder oficioso del partido en los últimos meses-- no ha desvelado si aspirará al puesto. Sus detractores aseguran que lo intentará en todo caso, incluso que la Secretaría General era su verdadero objetivo desde que anunció su deseo ser candidato. Sus partidarios creen que tiene derecho a ello, después de haberse "dejado la piel" en la campaña más difícil.
El aludido sólo había dejado claro de antemano que, fuese cual fuese la magnitud de la derrota, no se marcharía a su casa la misma noche electoral, como hizo en 2000 el entonces candidato y secretario general, Joaquín Almunia. El PSOE de Almunia logró 125 escaños y durante la larga precampaña muchos socialistas apuntaban a esta cifra como umbral por debajo del cual Rubalcaba se vería obligado a renunciar a liderar el PSOE.
Sin embargo, en los últimos días y con unas encuestas que vaticinaban una caída mayor, dirigentes y cuadros socialistas consultados por Europa Press opinaban que no hay que obsesionarse con una cifra, sino analizar el resultado electoral en su conjunto y cómo queda el partido en toda España.
UN "MARGEN DE CONFIANZA" A RUBALCABA
Es más, en los últimos días varios dirigentes se han dispuestos a apoyar a Rubalcaba, independientemente del resultado electoral, gente que no quiere una guerra abierta por la sucesión, un proceso descontrolado en el que cualquiera --"experimentos", "mirlos blancos"-- pueda alzarse con el liderazgo. También hay quien avisa de que un partido que acaba de sufrir dos duras derrotas consecutivas no tendrá ánimo para abrir una contiende interna aunque, al final, todo dependerá de la voluntad personal de los posibles aspirantes.
"El revulsivo ya lo hicimos", sostiene un diputado que cree que Rubalcaba tendría apoyo para liderar el PSOE si quiere hacerlo. A este sector del PSOE le ha puesto voz el presidente del partido, Manuel Chaves, apostando por darle un "margen de confianza". En él se encuadraría la mayoría de la actual dirección. Si hay voces en contra se verá en la Ejecutiva de este lunes.
Todo el PSOE coincide en que el próximo Congreso no tendrá que elegir solamente a un líder, sino "reconstruir la organización y el discurso". Para los fieles a Rubalcaba él es la persona ideal para recomponer el PSOE recuperando lo colectivo, la vertebración territorial y a la experiencia de sus veteranos.
¿CHACÓN SEGUIRÍA EL MODELO DE ZAPATERO?
"Sin presidencialismo y sin adanismo", resume crudamente un decidido partidario del exvicepresidente, que cree que el 35 Congreso, --donde se alzó con el liderazgo Zapatero-- fue "una huida hacia adelante" que ha acabado llevando al PSOE a mínimos históricos. Y además, que si la ministra de Defensa, Carme Chacón, liderase el PSOE, se repetirían esos errores.
Sin embargo, incluso entre quienes creen que Rubalcaba era el mejor candidato en estas elecciones, hay quien avisa que habrá que tener en cuenta no sólo sus ganas, sino también cómo queda su "imagen política", dentro y fuera del PSOE después de la derrota.
En esta línea, creen que es "razonable" que la ministra de Defensa, Carme Chacón, que renunció a disputar en primarias a Rubalcaba la candidatura a la Moncloa, se plantee ahora si tiene posibilidades de liderar el PSOE. Chacón ha sido uno de los dos cabezas de lista que han ganado en sus circunscripciones (el otro ha sido Alfonso Guerra), pero se ha impuesto por menos de un punto en Barcelona y el PSC ha cedido a CiU su condición de primera fuerza en Cataluña.
¿SOLUCIÓN DE UNIDAD?
Ante la magnitud de la derrota y para no hundir aún más al partido, ya hay quien aboga por una solución de unidad, un liderazgo en el que estén ambos posibles aspirantes, provisional o definitivo y que permita reconstruir cuanto antes un partido "erosionado" en toda España.
Aparte de Rubalcaba y Chacón, en el PSOE sólo ha sonado como probable un tercer aspirante, el 'lehendakari' Patxi López --"no es fácil que surjan otros liderazgos", cree uno de los consultados--. López querría dar el paso, aseguraban algunos, pero no lo haría sin contar con el apoyo de Rubalcaba.
Pero López no puede esgrimir un buen resultado electoral: el PSE ha perdido cinco de los nueve diputados que obtuvo en 2008 y se queda como tercera fuerza política en el País Vasco.Y además, 'lehendakari' contaría con el lastre de no ser diputado en el Congreso. A eso se suma el que varios consultados opinan que en los próximos años debe centrarse en otra tarea, afianzar la paz en el País Vasco, ya sea en Ajuria Enea o en la oposición.
CONGRESO EN FEBRERO
Los socialistas creen que el Congreso debe ser pronto, para armar cuanto antes la oposición al PP en el Congreso y en los territorios y para frenar el deterioro. Es más, dan por hecho que será en febrero, antes de las elecciones andaluzas, aunque reconocen --en público lo han hecho Carme Chacón y Elena Valenciano-- que habrá que tener en cuenta la opinión del PSOE andaluz.
Andalucía es la federación con mayor número de delegados y a continuación vienen la Comunidad Valenciana, Madrid y Cataluña. Sin embargo, y sobre todo en función de los resultados electorales en cada provincia, no está claro que cada federación vaya a respaldar unánimemente a su secretario general.
El propio Rubalcaba ha pedido un Congreso ordinario del partido, de manera que Zapatero seguiría siendo secretario general hasta que se celebre. Esta semana, ante los rumores de una inminente dimisión Zapatero hizo saber que no dimitiría y, por tanto, que no habría una gestora hasta el Congreso.