LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los 20 activistas canarios a los que el Gobierno marroquí impidió el acceso al Sáhara occidental desde El Aaiún han pedido a España que "abandone su actitud cobarde y colaboracionista" respecto a Marruecos y el conflicto del Sáhara, según un documento realizado por los activistas y remitido a los medios por Intersindical Canaria.
"Llamamiento dirigido especialmente al gobierno del reino de España para que abandone de una vez la actitud cobarde y colaboracionista con este régimen corrupto. Es intolerable que se supediten los derechos humanos a los interés económicos y estratégicos a costa de convertir en víctimas al pueblo saharaui negándole el más elemental derecho a la vida digna y a que sea el único protagonista de su propia historia", explicaban.
El documento ha sido firmado por los 20 activistas: Beatriz Asturiño, Cecilia Alvarado, Kiery Jiménez, Helidoro Alaya, Laura Marcos, Maribel Pérez, Marta Báez, Luis Piernavieja, Pepe Navarro, María José Piqueras, Manolo Romero, Maribel Pérez, Manuel Díaz, María del Carmen Cabrera, Carlos Mar Figuera, Fayna Frogoni, Paula Leucona, Isaac Celarra, Julia Lecuona, Ismael Luis, de asociaciones como Red Canaria de Escuelas Solidarias, Intersindical Canaria, Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, Puente Humano y Nueva Canarias, así como varios estudiantes a título personal.
Los 20 se desplazaron a la zona en el barco Volcán de Tejeda, donde esperan volver a Gran Canaria. En el documento, además de referirse a la responsabilidad de España, piden "a la comunidad internacional para que de forma contundente se adopten de una vez posturas y se materialicen acciones para que sin más demora se garanticen el acceso a la autodeterminación del pueblo saharaui que por intereses del neoliberalismo imperante permanece, intencionadamente, anclado en el tiempo".
INSULTOS Y PIEDRAS
Los activistas canarios desplegaron una bandera de la Republica Árabe Saharaui Democrática en la cubierta del barco, lo que desembocó en "insultos de los colonos que permanecen en la explanada del muelle, agravados con intentos de agresiones hacia nosotros y nosotras lanzándonos palos y piedras, comprobamos como algunos de los policías que con ironía nos interrogaron e a nuestra llegada participaban sin ningún tipo de recato en las acciones de descritas".