La presidenta de la Comunidad de Madrid considera una "vergüenza" que el TC no haya fallado ya sobre el Estatut
MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, consideró hoy una "verguenza" que se haya rebajado el número de peonadas para cobrar el PER en Andalucía y acusó al Gobierno de estar utilizando el dinero de los contribuyentes para "dar pitas, pitas, pitas".
Aguirre fue preguntada por la decisión del Gobierno de recortar el número de peonadas en Andalucía para poder cobrar el PER. La dirigente autonómica señaló que el presidente del Gobierno "al parecer" se ha dado cuenta de que "lo que él pensaba que iba a ser una gran oportunidad para subir en popularidad", es decir la Presidencia de la Unión Europea, "no le estaba dando buenos réditos y en Andalucía, por primera vez, el PP aparecía como ganador".
"Se han ido a Sevilla, han hecho un Congreso y han hecho lo único que creen que debe hacer un Gobierno, que es utilizar el dinero de los contribuyentes para dar pitas, pitas, pitas. Esto la gente del campo sabe a lo que me refiero", indicó Aguirre, para añadir a continuación que esto le parece "una vergüenza" en un momento en el que hay que apretarse el cinturón.
Por otra parte, al ser preguntada por las declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en las que dice que el Estatuto Catalán es constitucional y que funciona bien, Aguirre no se sintió extrañada por estas afirmaciones porque el texto "lo aprobó él".
"Primero dijo que cualquier cosa que saliera del Parlament de Cataluña la iba a aprobar él. Maragall, entonces presidente de la Generalitat, entendió que no se podían aceptar una serie de cosas que quería la Esquerra, Zapatero se llevó a (Artur) Mas a La Moncloa y aprobaron el actual estatuto", resumió.
También recordó que "mucha gente" que piensa que el texto "ataca directamente a la Constitución en varios de sus artículos", y, en este sentido, citó su preámbulo, en el que se dice que "Cataluña es una nación". Asimismo, consideró "una vergüenza" que el Tribunal Constitucional "haya dejado pasar casi cuatro años" sin dictar resolución sobre el asunto.