MADRID 28 May. (EUROPA PRESS) -
La directora general de Tráfico, María Seguí, ha asegurado que la DGT "no tiene ninguna duda respecto del efecto beneficioso" del uso obligatorio del casco para ciclistas en ciudad --actualmente sólo es obligatorio en vías interurbanas--, aunque, dado las críticas que ha despertado la medida, ha invitado a los grupos parlamentarios a que la debatan en una ponencia específica antes de incluirla en la modificación del Reglamento General de Circulación.
También ha repasado otras medidas incluidas en esa reforma como el aumento del límite de velocidad a 130 km/h en algunos tramos de autovía, así como su reducción en vías convencionales y algunas calles de ciudad.
Durante su comparecencia en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso para explicar la reforma del Reglamento General de Circulación que prepara el Gobierno, Seguí ha anunciado que antes de poder aprobar esta reforma, las Cortes tendrán que estudiar una modificación de la Ley de Tráfico, que será enviada al Consejo de Ministros "en breve", y ha propuesto a los grupos parlamentarios que aprovechen esa tramitación de la reforma de Ley para debatir en una ponencia si se debe obligar a usar el casco en ciudad o no.
En cualquier caso, ha enfatizado que Tráfico apoya esta medida y, frente a las críticas llegadas desde algunas asociaciones de ciclistas o algunos ayuntamientos, como el de Madrid, ha indicado que los beneficios del uso del casco en ciudad son "incuestionables", así como la "evidencia" científica que existe sobre la eficacia de esta medida a la hora de "reducir las lesiones craneoencefálicas". "Toda la ciencia ratifica el elevado índice de protección que confiere el casco cuando ocurre un accidente", ha subrayado.
Así, ha indicado que la DGT está "tan convencida de la utilidad" de la medida "como para promoverlo con el mejor de los instrumentos educativos" de los que dispone un Gobierno: "la legislación". Sobre las críticas que dicen que obligar a usar casco puede desincentivar el uso de la bici, aunque "razones legítimas", ha apuntado que "no son nuevas" y se repiten cada vez que se introduce una elemento de seguridad, como el casco para ciclomotor o el cinturón de seguridad. "Hace décadas que se esgrimen -estas razones-- en nuestro país o en todo el mundo y en la inmensa mayoría de las ocasiones se ha demostrado incierto", ha apuntado.
Para dar una idea de la "magnitud de las consecuencias negativas" que la DGT está "tratando de evitar" con el uso del casco, Seguí ha señalado que en 2011 murieron 49 ciclistas (37 en vía interurbanas y 12 en vías urbanas). Asimismo, ha indicado que se produjeron 304 heridos graves en vías interurbanas y 285 heridos en vías urbanas, así como 1.423 heridos leves en vías interurbanas y 2.788 heridos leves en vías urbanas, según fuentes policiales. En este sentido, ha indicado que "en zona urbana" se produce "una mayor proporción" de heridos.
Asimismo, ha advertido de que hay una "tendencia al alza" en el número de accidentes de ciclistas. Así, ha apuntado que en lo que va de año la cifra de ciclistas fallecidos es ya superior a la del año anterior en el mismo periodo (uno más).
Actualmente en España hay 20,5 millones de bicicletas, usadas a diario por 3 millones de personas. De los 48.000 millones de desplazamientos que realizan los españoles en un año a pie en cualquier vehículo, "menos de un 2%" se realizan en bicicleta.
En este sentido, la directora de Tráfico ha defendido que la intención de la reforma del reglamento es "conceder por primera vez un protagonismo especial" a los peatones y ciclistas, así como alentar un "cambio cultural" destinado a "pacificar el tráfico" y "fomentar la bicicleta como medio de transporte preferente" con distintas medidas, pese al interés de "algunos" de "centrar el debate en el uso del casco".
Entre otras medidas que incluye la reforma, Seguí ha resaltado el establecimiento de límites de velocidad de 30 y 20 km/h en algunas calles de la ciudad para favorecer la circulación de las bicis y peatones, "medidas dirigidas para favorecer los desplazamientos en las calzadas", permitiendo la circulación de las bicis en las aceras más anchas, "una ampliación del número de vías por las que pueden circular" y la circulación de estos vehículos en "contradirección" en algunos casos.
LOS PARTIDOS, A FAVOR DEL DEBATE
El conjunto de la oposición se ha quejado de la manera en que la DGT ha llevado la reforma, sin haber dado traslado del borrador a los grupos parlamentarios y sin haber informado antes de que se iba a enviar a las Cortes una modificación de la Ley de Tráfico. Asimismo, los portavoces de la oposición, aunque han apoyado la mayoría de la reforma, han mostrado sus reticencias a aprobar la obligatoriedad del casco en ciudad. Así, el diputado de CiU Jordi Janet ha indicado que la medida, "de entrada, puede ser precipitada" y Toni Cantó, de UpD, ha lamentado que igual que se respeta la opinión de los automovilistas, no "se haga lo mismo con los usuarios de bicicletas".
Mientras, el portavoz del PSOE en materia de Seguridad Vial, Carlos Corcuera, ha lamentado que se rompa con la "política de consenso" y, aunque ha compartido "un alto porcentaje del proyecto", ha apuntado que el uso obligatorio del casco para ciudad puede ser "un freno al uso de la bici". Por su parte, la diputada del PP Concepción Bravo ha apoyado "plenamente" el trabajo de la DGT.
Respecto a estas reticencias, Seguí ha indicado que en última instancia la decisión de obligar a usar el casco o no será "una decisión política", pero ha insistido en que su obligación como directora de la DGT es, "en cada oportunidad", tratar de "salvar una vida o un herido grave menos".
En cuanto a la oposición mostrada por algunos ayuntamientos, como el de Madrid, tras salir del comisión, Seguí ha indicado que, por lo que ella sabe, "las opiniones están realmente divididas".