MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha ordenado el traslado a España de los seis piratas somalíes que permanecen detenidos en el buque de combate 'Patiño', en aguas del Océano Índico, para tomarles declaración como imputados del ataque protagonizado contra la fragata.
Velasco ha decretado, además, su ingreso en prisión y especificado que deben ser puestos a disposición de su Juzgado de forma inmediata una vez que su traslado desde el 'Patiño' se haga efectivo, según informaron fuentes jurídicas.
El magistrado imputa a los arrestados --Mohamed Abdullah Hassan (28 años), Mohamed Aden Mohamed (26 años), Issa Abdullah Issa (26 años), Abdillahi Mohamed Gouled (33 años), Hamoud Elfaf Mahon (33 años) y Mohamed Said Ahmed (25 años)-- la comisión de delitos de piratería en grado de tentativa, depósito de armas de guerra, daños a buque y atentado contra agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones.
NO HAY CONVENIOS
El juez Velasco acepta de este modo la competencia de la Audiencia Nacional para investigar los delitos cometidos por los corsarios al tratarse de actos contra españoles en el extranjero y no existir vigente ningún convenio con terceros países que pudieran servir para investigarles y juzgarles fuera de territorio español.
Los acuerdos existentes con países cercanos a aguas del Índico, como Kenia, no fueron renovados debido al alto número de arrestos por actos de piratería que había llevado a una saturación de los tribunales del estado africano. Kenia decidió, por ello, juzgar exclusivamente a los piratas detenidos en sus aguas territoriales.
El magistrado ha pedido además al Ministerio de Defensa que le remita las grabaciones del ataque y la detención de las que disponen los tripulantes del 'Patiño' y la declaración de los testigos del intento de abordaje.
El ataque se produjo en la madrugada del día 12 cuando los tripulantes del 'Patiño' detectaron la presencia de un esquife con siete personas a bordo que se encontraba pegado al barco "con una escala preparada" para abordarlo.
Tras ordenar zafarrancho de combate y recibir disparos de los atacantes desde la pequeña embarcación, la fragata española abrió también fuego. Se estima que los piratas llegaron a efectuar 50 disparos con fusiles AK47.
El esquife huyó de la zona tras el intercambio de disparos y fue localizado por un helicóptero a unas 3000 yardas de distancia. Los ocupantes del aparato detectaron que los corsarios habían arrojado armas y otros objetos al mar, en concreto tres escalas, siete rifles y dos bolsas de plástico.
Los seis piratas fueron detenidos después de que los militares españoles efectuaran dos ráfagas de disparos de ametralladora como advertencia y confesaron que habían tirado al mar el cuerpo de uno de sus compañeros. Tres de ellos, que se encontraban heridos, fueron atendidos en el hospital del barco.