CIUDAD REAL 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El asesino de Inmaculada Arteaga, la joven de 15 años que apareció muerta en Campo de Criptana (Ciudad Real) en marzo de 2001, Santiago Muñoz-Quirós, de 25 años, volvió hoy a reconocerse autor de la muerte y aceptó una pena de 14 años de prisión, 12 por un delito de homicidio y dos años por otro de agresión sexual.
El caso dio hoy un nuevo giro, después de que, el pasado día 25 de junio, en otra vista, el joven no reconociera los hechos y dijera que no se acordaba de nada, dándose por roto el pacto alcanzado entre Fiscalía, acusación particular y defensa, que debía materializarse en la correspondiente sentencia de conformidad.
En la vista celebra hoy, se recuperó el acuerdo entre las partes y el abogado defensor de Santiago, José Luis López de Sancho, señaló que lo ocurrido la semana pasada se debió a un "malentendido" en el desarrollo de la vista.
En aquella ocasión, eran la Fiscalía y su defensa los que se dirigieron al hombre, mientras hoy fue el propio presidente del tribunal el que le ha preguntado si reconocía los hechos y si conocía las consecuencias de ello, respondiendo Santiago afirmativamente en ambos casos.
La sesión se completó con el testimonio de dos peritos, que confirmaban que el ADN de los restos de sangre hallados en el cuerpo de Inmaculada, junto a los de la propia chica, se correspondían con los de Santiago.
PROPORCIONADA
El abogado de la defensa, José Luis López de Sancho, señaló a los periodistas que la pena impuesta es "proporcional a la gravedad de los hechos tal como ocurrieron" y que con la misma "se hace justicia".
Insistió en el "malentendido" de la vista del 25 de junio y puntualizó que Santiago Muñoz-Quirós nunca se retracto en el reconocimiento de los hechos, que está arrepentido, que acepta la pena y que quiere resarcir a la familia de la víctima en la medida de sus posibilidades.
Por otro lado, el abogado de la madre y hermanos de Inmaculada, Miguel Ángel Muñoz, indicó que la vista ha demostrado que Santiago es el único culpable de la muerte de la chica y que las verdaderas víctimas son ella y su familia.
En el caso de esta última, señaló que tuvieron que estar esperando cinco años para la detención del asesino de su hija y hermana y que, ahora, en el pueblo tienen que estar sufriendo la "incomprensión" de algunos vecinos.
HECHOS
La joven Inmaculada Arteaga, tras salir la tarde anterior al cumpleaños de una amiga, fue encontrada muerta a mediodía de 15 de marzo de 2001, en una de las zonas de acceso a la sierra de los molinos de Campo de Criptana.
El acusado fue detenido, mientras estaba en un bar de Campo de Criptana, cinco años después, en marzo del año 2006, tras las numerosas pruebas de ADN que la Guardia Civil realizó entre la población, que se cotejaron con unos restos que habían aparecido en el cadáver de la chica.
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