El ataque acabó con la vida de seis soldados de la Brigada Paracaidista y dejó heridos a otros dos militares
MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El atentado con coche bomba que acabó el año pasado con la vida de seis militares del Ejército de Tierra español en Líbano cumplirá mañana, martes 24 de junio, su primer aniversario sin que el Gobierno haya presentado informes sobre los resultados de la investigación abierta por las Fuerzas Armadas españolas y por la Fuerza Interina de Naciones Unidas (FINUL).
El ataque terrorista causó la muerte de los militares de la Segunda Bandera de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) Jefferson Vargas Moya, Yeison Alejandro Castaño Abadía, Juan Erickson Posada, Jonathan Galea García, Juan Villora Díaz y David Puerta Ruiz y dejó heridos a sus compañeros Enrique Vázquez Matei y Juan Paz Soler.
El atentado fue cometido a las 18.10 horas (17.10 hora peninsular española) con un coche bomba cargado con unos 50 kilos de explosivo y activado a distancia por radiofrecuencia contra uno de los vehículos Blindados Medios de Ruedas (BMR) del contingente español, que en aquellas fechas carecía de sistemas inhibidores en sus medios terrestres.
Los últimos datos sobre las indagaciones en curso fueron aportados por el anterior titular de Defensa, José Antonio Alonso, en la comparecencia celebrada el 2 de julio de 2007 para informar a la Comisión de Defensa del Congreso sobre el ataque terrorista perpetrado en la carretera que une Jiyam con Marjayún, en el sureste de Líbano.
"En cuanto a la investigación de los responsables, las autoridades libanesas nos han prometido, y creo que lo están cumpliendo, su plena colaboración. Asimismo, estamos colaborando con las autoridades UNIFIL, con Naciones Unidas, y estamos haciendo nuestra propia investigación. Son, por tanto, investigaciones coordinadas que esperemos den sus frutos. No va a ser fácil pero haremos todo lo que esté en nuestras manos para descubrir a los responsables de esta salvajada, de este atentado terrorista", señaló el entonces ministro. Alonso señaló que el atentado fue cometido por una célula terrorista integrada por individuos no libaneses, con el apoyo de organizaciones yihadistas libanesas.
Horas después del atentado, durante su estancia en Líbano para identificar y repatriar los cuerpos de los seis militares, el ministro de Defensa informó de que el ataque terrorista fue perpetrado con un coche bomba cargado con un 50 kilos de explosivos, dotado de placas de matrícula falsificadas y con un número de bastidor que correspondería a un vehículo extranjero.
En las fechas posteriores a la explosión, la prensa libanesa informó, citando fuentes del Ejército libanés y de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano, de que el ataque había sido perpetrado con una carga de unos 70 kilogramos de explosivo plástico C4, material cinco veces más potente que el TNT. También se informó entonces de que la misión de la ONU presentaría un informe sobre el atentado y los presuntos autores del mismo, documento que, por el momento, no ha sido presentado.