BILBAO 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La parlamentaria vasca y hermana de Miguel Angel Blanco Mari Mar Blanco emplazó hoy a la sociedad vasca a que "salga a movilizarse" y mostrar como lo hicieron en 1997, cuando fue asesinado su hermano, "que somos más, que somos mejores y que, con nosotros, no van a poder".
Blanco se acercó al hospital de Basurto para mostrar su "cariño y solidaridad" con la viuda y los hijos del inspector del Cuerpo Nacional de Policía Eduardo Antonio Puelles García, aunque reconoció que "no hay palabras que puedan consolar el dolor tan grande". No obstante, señaló que "entre nosotras (las víctimas) nos entendemos mejor que cualquier psicólogo, porque hay algo que nos une, que es el dolor por haber perdido un ser querido de una manera tan atroz y tan cruel".
Asimismo, se dirigió "a los asesinos, a los totalitarios, a los fascistas" para advertir de que "ésta no es la vía" e insistió en que "vamos a estar unidos para derrotar sin fisuras, desde la contundencia democrática a esta banda de asesinos".
En cualquier caso, destacó que "hoy no es día para hacer declaraciones políticas", sino una jornada "de la solidaridad, de acompañar a la familia", porque "la mejor medicina es no sentirse sola, sentirse apoyada y sentir el cariño y la solidaridad de todas la gente".
Del mismo modo, apostó por realizar un nuevo llamamiento a toda la sociedad vasca para que "salga a movilizarse y rechace, como lo hicieron en el año 97 en Bilbao a través de nuestra rebeldía cívica y democrática, que somos más, que somos mejores y que, con nosotros, no van a poder".
Blanco llegó al hospital bilbaíno minutos antes de las dos de la tarde, acompañada del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, y el secretario general de esta formación, Iñaki Oyarzábal.
Durante la mañana y las primeras horas de la tarde, también quisieron acercarse al centro para acompañar a la familia de Eduardo Antonio Puelles el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el lehedakari, Patxi López, que abandonó el hospital pasadas las dos de la tarde; el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces; y la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga; además de la viuda y la hija de Isaías Carrasco, entre otros.