La directora de Birmania por la Paz asegura que la Junta recibe mucha presión internacional y ya está negociando su "Ley de Punto Final"
MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Maran Turner, directora ejecutiva de la organización Freedom Now, la organización que ha asumido la defensa en el exterior de Aung San Suu Kyu, aseguró hoy que la Junta Militar que gobierna en Birmania no sólo está violando la legislación internacional con el arresto domiciliario en que mantiene a la histórica dirigente opositora, sino incluso sus propias leyes nacionales. Por su parte, la directora de Birmania por la Paz, Concha Pinós, aseguró que la Junta está recibiendo mucha presión internacional, incluso de un supuesto aliado como China, y ya "está negociando su Ley de Punto Final" para garantizar su "impunidad" antes de dejar el poder.
El actual arresto de Suu Kyu expira el próximo 24 de mayo, pero el Gobierno no ha hecho "ninguna declaración pública" sobre su posible liberación y se desconoce cuál va a ser su decisión al respecto, declaró Turner a Europa Press con motivo de su presencia en Madrid para participar en el seminario 'Un año después del Nargis, lecciones aprendidas. Cómo cooperar con Birmania', organizado por la Casa Asia.
Según la abogada, la líder opositora está detenida en aplicación de la Ley de Salvaguarda del Estado de Peligros de Elementos Subersivos, una norma que "viola la legislación internacional sobre detenciones" y en virtud de la cual el periodo máximo de arresto es de cinco años. La detención comenzó en 2003, pero el año pasado, la Junta la prorrogó en un año con el argumento de que esta ampliación estaba contemplada por la propia ley.
Con ello, según Maran Turner, "la Junta no sólo violó la ley internacional sobre detenciones, sino incluso violó la propia ley nacional de detenciones". Aparte, el Gobierno aseguró también en 2008, en un comunicado oficial, que Suu Kyu sería excarcelada este año. "Si ahora no la liberasen, la Junta estaría desmintiendo flagrantemente sus propias declaraciones oficiales", agregó la abogada.
Maran Turner advirtió de que Suu Kyi sufre graves problemas de salud. "Tiene una extrema deshidratación, alta presión arterial, no come, no bebe". Su médico personal, Phone Mo Ei, fue detenido por motivos que la Junta no ha explicado, y su asistente, Tin Myo Win, recibió el lunes permiso para atenderla.
"Está un poco mejor, permanece estable, pero su médico sigue detenido y no es seguro que siga recibiendo tratamiento", afirmó Turner. "Si no se le garantiza tratamiento médico, su salud volverá a deteriorarse", advirtió. Por ello, añadió, Freedom Now ha pedido su "inmediata liberación para que pueda recibir la atención médica que necesita".
EL 'NARGIS'
En relación con el huracán 'Nargis', del que se cumple un año y que causó alrededor de 140.000 muertos en el valle del río Irrawaddy y en la propia Rangún, Maran Turner denunció que "la gente sigue muriendo y sigue sin casas" porque la Junta "no está utilizando ningún recurso propio para ayudar a las personas". "Es más que evidente que está utilizando las ayudas humanitarias para ella, y no para ayudar a la gente", advirtió.
Al respecto, Concha Pinós recordó que ella fue la "primera española" que pudo entrar en la zona del desastre, donde hizo "500 fotos para llevar al magistrado Baltasar Garzón, a fin de acusar a la Junta de crímenes contra la Humanidad". "Creemos que la Junta ha violado las leyes de asistencia humanitaria, en lo que se llama el derecho a proteger", aseveró.
Según ella, "todo el mundo sabía que iba a pasar el ciclón", ya que "las estaciones meteorológicas lo habían anunciado", pero "la Junta no avisó". Aparte, la comunidad internacional cometió el "error" de creer que con repartir la ayuda a los actores que tradicionalmente se encargan de los casos de emergencia, como el Programa Mundial de Alimentos o la Cruz Roja, se estaba garantizando su distribución entre la población. "Fue un error, nos estábamos enfrentando a un Estado fallido que no respeta ningún tipo de ley", denunció.
"No fuimos capaces de presionar para que hubiera una operación aérea de salvamento", recordó. "Había barcos franceses, norteamericanos, británicos y técnicos de cooperación que garantizaban que en 48 horas, no mediante una invasión de Birmania, sino mediante una distribución aérea, se hubiera salvado mucha más gente, pero no fuimos capaces de plantarle cara a la Junta en ese pequeño hecho", lamentó.
"La Junta sólo tenía una preocupación, que eran las elecciones, que se iban a celebrar el 10 de mayo", recordó. "El ciclón pasó el día 2, y desde el día 2 hasta el día 25 no deja entrar a nadie", prosiguió. "Habían pasado 23 días, eso es muchísimo en un desastre humanitario", lamentó. Mientra tanto, "tú veías que los contenedores estaban en los aeropuertos, que el arroz estaba ahí, a veces pudriéndose, o que lo repartían condicionado al voto o lo vendían", denunció.
"Por otro lado, no podíamos pasar al delta del Irrawaddy, no podían pasar la prensa ni los cooperantes, y sólo dejaron pasar a diez organizaciones que habían firmado un pacto con la Junta por el cual no iban a informar de nada de lo que vieran y sólo iban a ayudar a las zonas que la Junta dijera", aseguró.
A su juicio, el 'Nargis' fue una "oportunidad de cambio que la comunidad internacional no supo aprovechar". "Hubo una gran movilización de la sociedad civil birmana, como la que ya habíamos visto durante la Revolución Azafrán (de diciembre de 2007), pero no fuimos capaces de darles una oportunidad" porque predominaba la idea de que "el cambio debía de venir de los partidos políticos y no de la sociedad civil", prosiguió. "La sociedad civil es muy importante para cualquier cambio democrático", manifestó.
LEY DE PUNTO FINAL
Según Pinós, Birmania se enfrenta a importantes cambios en el futuro inmediato debido a las presiones internacionales. "Hasta China le ha dado un toque, porque está creando demasiados problemas en la región, la Junta es un 'narcoestado'", explicó. Aparte, añadió, "el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, hace menos de un mes, declaró que lo que está pasando en Birmania es insostenible, y esto es la primera vez que pasa".
"De aquí al año que viene" se avecinan "muchos cambios", aseveró. Ejemplo de ello es que el partido de Suu Kyu, la Liga Nacional por la Democracia (LND), "hace un mes y medio no se planteaba presentarse a unas elecciones de la Junta, porque consideraba ilegal la Constitución, y ahora se está planteando" presentarse a los comicios de 2010.
"La Junta se va a ir de Birmania, la cuestión es cómo se va a ir", aseguró. "La solución tiene que venir del llamado 'tripartito', una solución mediada entre ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático), Naciones Unidas y Europa", afirmó. "Los europeos tenemos cosas que decir porque tenemos muchos intereses económicos, y si somos capaces de meterlos en cintura tendrán que negociar, se quitarán los trajes de militares y se pondrán trajes de tecnócratas", aseguró.
En estos momentos "se está negociando una Ley de Punto Final con la Junta", unas negociaciones en las que tienen mucho que ver los miembros del "tripartito", y de forma muy especial la ASEAN y algunos de sus miembros más destacados, como Tailandia. Uno de los últimos encuentros sobre este aspecto se celebró precisamente "en Bangkok, el 4 de mayo", indicó Concha Pinós.
"La Junta quiere negociar la impunidad, pero la cuestión es: ¿la oposición va a permitir la impunidad? ¿Y con qué condiciones?", prosiguió. En este sentido, advirtió, "la pieza más importante que tiene la Junta es Aung San Suu Kyu, ella es la perfecta secuestrada, ya que en tanto que la tengan podrán negociar".