GINEBRA, 12 May. (Reuters/EP) -
Un año después de que el ciclón 'Nargis' devastase parte de Birmania, y con la temporada de monzón comenzando a golpear de nuevo el país, los supervivientes necesitan una mayor asistencia internacional para prevenir la muerte de más personas, advirtió hoy la ONU.
Cerca de 140.000 personas murieron y unos 2,4 millones se convirtieron en desplazados a causa del ciclón que alcanzó el delta del Irrawaddy y el sur de Rangún el 2 de mayo de 2008. "Con el monzón acercándose nos enfrentamos de nuevo a una crisis humanitaria", recordó Mariko Sato, la coordinadora de respuesta rápida del programa de asentamientos humanos de la ONU, UN-HABITAT, en una rueda de prensa.
"Se están rompiendo, arruinando y destruyendo los techos de lona y paja por lo que es necesario reemplazarlos inmediatamente antes de que venga en monzón", explicó. La comunidad internacional donó 315 millones de dólares (230 millones de euros) al Gobierno militar birmano para que se distribuyesen alimentos, asistencia agraria, refugio, cuidados médicos y educación, indicó el coordinador residente y de asuntos humanitarios de la ONU en Birmania, Bishow Parajuli.
Aun así, aseguró que se necesita más ayuda ya que muchos campos de arroz quedaron inundados por agua de mar y mucha gente aún vive en asentamientos temporales. Tras el ciclón, las familias birmanas recibieron una media de 23 dólares (menos de 17 euros), para las labores de reconstrucción, según Sato.
Además, a causa de las sanciones impuestas por muchos países a Birmania a causa de la Junta Militar que gobierna el país, la nación asiática es la que recibe el peor nivel de ayudas per cápita del mundo, con 2,88 dólares (2,11 euros). "Si visitas a la población de Birmania y ves los distintos retos humanitarios y de desarrollo creo que es importante que se incremente el nivel de ayudas, agregó el coordinador.
Además, Parajuli negó el que el la ayuda esté siendo desviada, y aseguró que las autoridades están permitiendo a las 17-18 agencias de la ONU y a las más de 50 ONG que trabajan en el país, entreguen la ayuda directamente a las comunidades.