MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Entre 45 y 50 integran la cifra de presos etarras que se encuentran actualmente desvinculados por completo de la disciplina de la banda en las cárceles españolas. De ellos, entre 20 y 25 lo han hecho en el último año aproximadamente, según han informado a Europa Press fuentes penitenciarias.
Estas son las cifras que maneja el Ministerio del Interior en relación a los presos que han renunciado a la violencia y a seguir militando en el EPPK (siglas en euskera del Euskal Preso Politikoen Kolektiboa) que integran unos 560 presos en España y en torno a 150 en Francia.
En este grupo de presos disidentes se encuentran quienes han asumido la decisión de dejar de recibir la asignación económica del Colectivo y la posibilidad de ser asistidos por sus abogados. En cambio tienen la libertad de actuar al margen de la férrea disciplina que ETA impone a sus internos o de poder solicitar beneficios penitenciarios.
Los más significativos y más recientes son los que han ido llegando a la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca en los últimos meses. El propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, llegó a decir que en esa cárcel ya no había presos de ETA en referencia a su desvinculación total con los terroristas.
Desde noviembre de 2009 Interior ha 'acercado' a Nanclares de la Oca a una quincena de presos, algunos con una dilatada trayectoria criminal en ETA como Idoia López Riaño, alias 'La Tigresa'; José Luis Álvarez Santacristina, alias 'Txelis'; José Luis Urrusolo; Carmen Guisasola o el último en llegar hace pocos días, Valentín Lasarte. La cárcel de Zuera en Zaragoza y la de Villabona en Asturias son otros dos centros en los que se agrupa a un número importante de presos completamente desvinculados de la banda.
UN CENTENAR MÁS A LA ESPERA
Además, el Departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba cuenta en la recámara con cerca de otro centenar más de presos que de alguna manera habrían dado muestras de su voluntad de distanciarse de la violencia. Con un perfil distinto a los presos que ya se han desvinculado mediante escritos de condena a las acciones de la banda, este centenar de presos aspiran a una solución general para todo el colectivo --incluida una amnistía-- frente a las deserciones individuales.
En este grupo más numeroso se hallan destacados ex dirigentes de ETA como Santiago Arrospide Sarasola, 'Santi Potros', Francisco Múgica Garmendia, alias 'Pakito', José Javier Zabaleta Elosegi, alias 'Waldo', Jesús Arcauz Arana, 'Josu de Mondragón' o José Ramón Lete Alberdi, entre otros.
Las expectativas generadas durante todo el año pasado acerca de la posibilidad de que ETA decretase un alto el fuego que diese lugar a un nuevo proceso ha impedido un mayor número de deserciones o lograr avances en este segundo grupo que ahora se encuentra a la espera.
De este modo, el Colectivo de Presos, otrora uno de los más cohesionados del MNLV cuya vanguardia es ETA, vive ahora una etapa de convulsión que se ha trasladado incluso a sus familiares fuera de las cárceles. Un grupo de parientes de presos harán oficial próximamente el nacimiento de una nueva asociación que romperá oficialmente también la unidad del colectivo de familiares.
DIVISIÓN TAMBIÉN ENTRE LOS FAMILIARES
Esta nueva asociación estará integrada por familiares de presos críticos con la violencia y actuarán al margen de la disciplina etarra reivindicando su espacio y el de sus allegados frente al rechazo social que provocan las deserciones en prisión, entendidas en el mundo etarra como una traición. El proyecto responde a varios años de trabajos y conversaciones entre las familias de presos con este perfil crítico.
La noticia del nacimiento esta nueva asociación vino precedida por un cruce de comunicados entre los dos sectores dentro de la cárcel. Primero fueron siete internos críticos de Nanclares los que el pasado 28 de enero publicaron una entrevista en la revista 'Argia' en la que solicitaban a ETA el final definitivo de los atentados así como el reconocimiento del sufrimiento de las víctimas. Tan sólo un día después el EPPK respondía con otro comunicado en el que manifestaban su apoyo a la Declaración de Gernika y ser parte activa en el nuevo escenario abierto tras el alto el fuego.