MÁLAGA 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Nuestro Padre Jesús 'El Rico', cumpliendo la tradición que apunta a una pragmática del Rey Carlos III, por la que concedía a la cofradía malagueña el privilegio de poner en libertad a un preso de la cárcel de Málaga, libera hoy, Miércoles Santo, a un malagueño de 26 años de edad condenado por un delito de lesiones.
El Consejo de Ministros aprobó en su reunión del pasado viernes indultar a este hombre, Manuel F.G. que estaba en la terna elevada por la Audiencia Provincial de Málaga, tras analizar los ocho expedientes --de siete hombres y de una mujer--, remitidos por la prisión malagueña de Alhaurín de la Torre para la concesión de indulto.
Manuel está soltero y antes de ir a la cárcel trabajaba en el sector de la construcción, según informó el propio indultado en rueda de prensa. Es natural de un "pueblecito" de Málaga, del que no dio su nombre, y fue condenado a siete años y medio de cárcel, de los que ya ha cumplido dos años y siete meses.
El indultado, que se confesó no creyente y no devoto de la Semana Santa, aunque dijo que acompañará a Jesús 'El Rico' en su salida procesional, aseguró que la cárcel "ha sido dura porque te da mucho que pensar como en cosas que antes le dabas mucha importancia sin tenerla" y consideró que "la libertad es muy bonita y merece la pena".
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús 'El Rico' tiene el privilegio, otorgado por el rey Carlos III, de poner en libertad a un penado durante su desfile procesional en la noche del Miércoles Santo. Este año la liberación tiene lugar en la plaza del Obispo y no en la puerta de la Aduana, por encontrarse en obras el edificio.
Los sucesos que dan origen a este privilegio datan, al parecer, de 1759, cuando Málaga vivía una época de austeridades y penurias y se declaró en la ciudad una terrible peste. Ante esta situación, los reclusos pensaron en sacar en procesión la imagen del Nazareno que se veneraba en un convento cercano, seguros de que con ello atraerían la protección del cielo sobre la ciudad.
Al no ser concedida esta petición, los presos salieron a la calle y se apoderaron de la imagen de Jesús El Rico, conservada en su capilla, llevándola por los lugares más afectados por la epidemia. Tras la procesión, la devolvieron a la iglesia y al parecer la enfermedad se acabó repentinamente.
Al llegar estas noticias al Rey, determinó conceder a la cofradía el privilegio de liberar a un preso. Ya dentro de lo que se puede considerar leyenda, cuentan que uno de los presos no volvió hasta el día siguiente, portando la cabeza de San Juan Bautista que también procesiona con 'El Rico', para puso junto a la cama de un compañero, que también sanó.