((Esta noticia sustituye a la anterior sobre el mismo tema por un error en el primer párrafo. Disculpen las molestias))
CASTELLÓN, 7 (EUROPA PRESS)
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un hombre a cuatro años de prisión por abusar sexualmente de forma continuada de la hija de su pareja sentimental a la que también maltrataba, por lo que cumplirá otros 21 meses de cárcel. La sala también ha impuesto una pena de otro año y tres meses de cárcel a la madre, que no otorgó credibilidad a la adolescente, por malos tratos.
La sentencia, hecha pública por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, prohíbe al padrastro acercarse a menos de 500 menos de la menor y comunicarse con ella por un periodo de seis años por el primer delito. Por el segundo, la condena impuesta es de un año de cárcel por un delito de maltrato habitual y nueve meses más por tres delitos de violencia doméstica y ocho días de localización permanente por una falta de amenazas.
La madre de la menor ha sido condenada un año de prisión por un delito de maltrato habitual y tres meses más por cuatro delitos de violencia doméstica y ocho días de localización permanente por una falta de amenazas.
La sentencia considera probado que los acusados, entre 2011 y 2012, sometieron a la menor a continuos actos de violencia psíquica, física y verbal, que se traducían en menosprecios, agresiones físicas y lanzamientos de objetos, lo que interfirió en su desarrollo emocional, hasta tal punto que, tras ser acogida en un centro de menores, manifestó su deseo de no querer regresar a su domicilio ni de ver a su madre.
Además, en dicho periodo, el hombre aprovechaba las ocasiones en que la menor se encontraba sola en su habitación durante al menos tres días por semana para agredirle sexualmente, así como cuando ésta se hallaba en la ducha.
La niña puso estos hechos en conocimiento de su madre, que no le otorgó credibilidad y le llegó a manifestar que se trataba de un juego. Como consecuencia de los hechos, la menor fue declarada en situación de desamparo y la Generalitat Valenciana asumió su tutela.