MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El cónsul de Argentina en Madrid ha recibido este viernes a varios familiares de víctimas del franquismo para recoger sus denuncias con el objeto de remitirlas a la juez de Buenos Aires, María Servini, que investiga las desapariciones y muertes ocurridas durante la dictadura.
Medio centenar de víctimas se han concentrado esta mañana a las puertas de la legación, ubicada en el número 90 de la calle Serrano de Madrid, bajo una gran pancarta en la que se podía leer 'Red Ciudadana de apoyo a la querella argentina contra los crímenes del franquismo' y un mural con imágenes en blanco y negro de múltiples víctimas.
A las 11.00 horas ha sido cuando varios familiares de fusilados en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y representantes del Sindicato de Estudiantes que denunciaban el sufrimiento de estudiantes durante el régimen han acudido a presentar sus acciones judiciales ante el consulado.
Argentina ha abierto las puertas de sus consulados en todo el mundo para recibir los escritos de las víctimas del franquismo. La red ciudadana de apoyo a la querella argentina (Ceaqua) tiene constancia de que ya se han recibido denuncias en lugares como Londres, Chile, Canarias o Barcelona.
Aunque desconoce el número exacto de denuncias presentadas a título individual, si contabiliza en casi 200 las querellas recabadas en este procedimiento.
Los querellantes han mostrado su satisfacción con las "facilidades" que las autoridades argentinas están poniendo a disposición de los afectados y califican el gesto de abrir los consultados como un "importantísimo avance en la lucha contra la impunidad".
Por ello, han dado a conocer "la sencillez del proceso de denuncia" y han animado a los afectados a dar este paso. "Participar en la querella argentina es ahora una posibilidad para cualquier persona del mundo", han concluido.
La magistrada argentina solicitó el pasado septiembre la detención preventiva, con fines de extradición, de ex altos funcionarios de la Policía y de la Guardia Civil por presuntos delitos de torturas. Los únicos que siguen vivos son el ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar (de 77 años) y el exinspector Juan Antonio González Pacheco, alias "Billy el Niño".