BARCELONA 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha acusado este jueves al tripartito de estar obsesionado con "expulsar al castellano de las aulas y de los recreos", en vez de preocuparse por luchar contra el fracaso escolar y los índices de abandono, y por mejorar la calidad de la enseñanza en Cataluña.
Durante su intervención en la clausura de unas jornadas sobre educación que el PP ha celebrado en Barcelona, Cospedal ha lamentado que en Cataluña se pueda estudiar en catalán y en alguna lengua extranjera, pero que, sin embargo, "el castellano esté expulsado como lengua vehicular en la práctica y en la realidad".
Según la candidata del PP a la Presidencia de Castilla-La Mancha, en Cataluña sólo los que tienen suficientes recursos pueden escoger la lengua en que educan a sus hijos, mientras que hay quien no tiene la opción de elegir, y "ve abocado a su hijo a no poder aprender más que una única de sus lenguas oficiales, el catalán", lo que, a su juicio, supone marginar a los niños desde la educación y restar igualdad de oportunidades.
La dirigente popular se ha referido también al hecho de que el presidente de la Generalitat, José Montilla, lleve a sus hijos a un colegio donde si puede escoger la lengua en que son educados. "Montilla debe pensar que es más importante aprender alemán que catalán, pero hay otros que no pueden decidir", ha señalado.
Cospedal ha fijado la calidad de la enseñanza, la libertad, la igualdad de oportunidades y la búsqueda de la excelencia, como los cuatro ejes básicos de las propuestas del PP en educación para hacer frente a las "inadmisibles" cifras que presentan algunos balances sobre el nivel de la educación en España.
Ha apuntado a que esas mismas encuestas demuestran que en el ámbito educativo existe "una España de dos velocidades", puesto que, mientras Castilla y León y La Rioja se sitúan por encima de la media de la OCDE, otras comunidades como Cataluña se encuentran por debajo.
Cospedal ha considerado la reforma educativa como la "clave de bóveda" de todas las reformas que necesita España, y ha hecho hincapié en la necesidad de recuperar los criterios de excelencia y ayudar a los jóvenes a formarse.
Por ello, ha planteado la creación de un contrato especial de formación para jóvenes que les permita estudiar y trabajar a la vez, una medida que, según ha dicho, haría desaparecer la cifra de más de 100.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan "y a los que Montilla quiere dar un subsidio".