MADRID 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La diputada del PSOE en el Congreso Fátima Aburto ha decidido pasar a la acción porque está "cansada" de la avalancha de quejas que viene recibiendo por el sueldo de los parlamentarios y el complemento de pensiones al que tienen acceso si cumplen ciertas condiciones. En un breve comentario en su página personal de Internet, la diputada niega que sus señorías disfruten de "prebendas" y pide que se les juzgue por el trabajo que realizan.
A ese texto, que recoge Europa Press, la parlamentaria por Huelva adjunta la nota explicativa sobre los sueldos y las pensiones de los diputados y senadores que el presidente del Congreso, José Bono, remitió a todos los miembros de la Cámara, hace casi un año cuando resurgió la polémica por este tema.
"No me cabe duda de que a mucha gente le parecerá injusto lo que cobramos, pero les propongo que critiquen nuestro trabajo antes que nuestras supuestas prebendas", reclama la diputada.
CRÍTICA LIBRE PERO SOBRE VERDADES
Aburto admite que "todo el mundo es libre" de criticar a los diputados "con toda la acritud que consideren oportuna", pero pide a los ciudadanos que "lo hagan sobre verdades". Y para que puedan juzgar con todos los datos añade la nota de Bono.
"Como estoy algo cansada de explicar en qué consisten publico aquí la realidad oficial", confiesa Aburto, quien avanza que de ahora en adelante replicará a las críticas limitándose a enviar el enlace a las explicaciones de Bono y da las gracias de antemano" a todo el mundo que quiera comprenderlo".
En aquel escrito, fechado el 6 de febrero de 2010, Bono recordaba que los sueldos de los parlamentarios llevaban dos años congelados -- tampoco subirán en 2011-- y que el Presupuesto del año pasado del que salieron "todos los sueldos y gastos de funcionamiento de la institución", era "exactamente cuatro millones más de lo que supuso el último fichaje estrella de la Liga de Fútbol Española" (en alusión a Cristiano Ronaldo).
NO EXISTEN PENSIONES ESPECIALES
El presidente del Congreso también intentaba aclarar que sus señorías no tienen derecho a una pensión especial, sino que pueden acogerse a un "complemento". "No puede tener complemento alguno quien no ha llegado a los 65 años y no está jubilado", esgrimía, antes de reseñar que desde el año 1977, ha habido 3.609 parlamentarios, entre diputados y senadores y que de ellos sólo 70 tienen reconocido un complemento de pensión, con una aportación media de las Cortes de 1.066 euros mensuales.
Bono también aludía a las indemnizaciones por cese de la actividad de parlamentario, que se instauró porque sus señorías no tienen derecho a paro. Esta indemnización, que es incompatible con el complemento de pensión y otras retribuciones públicas asciende a una mensualidad de 3.125,52 euros por cada año que se ejerció de diputado, con un límite máximo de 24 mensualidades y un período de carencia mínimo de dos años.
Por último, el presidente del Congreso subrayaba que los llamados complementos de ingresos no son más que un sistema específico para casos muy concretos (como ex parlamentarios, viudas y huérfanos) a los que se accede en función de sus ingresos y patrimonio y que ha servido para que ex parlamentarios muy veteranos que en su día llegaron del exilio sin haber cotizado pudieran tener una asignación de la Cámara.