MADRID 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha suspendido la declaración como testigo del actual propietario de Nueva Rumasa, Ángel de Cabo, prevista para el próximo lunes, para investigar nuevas pesquisas surgidas en la causa abierta contra la familia Ruiz-Mateos por presuntos delitos de estafa e insolvencia punible.
En un auto, Ruz concluye que "se procede a informar al citado como testigo de la suspensión de la declaración señalada para el 21 de noviembre de 2011, quedando la nueva fecha pendiente de la realización de otras diligencias acordadas en el referido procedimiento".
El empresario valenciano, especialista en la compra de compañías en quiebra y último propietario de Marsans, estaba citado a testificar el próximo lunes para que explicar el proceso de compra de Nueva Rumasa, acordado el pasado 9 de septiembre con la familia Ruiz-Mateos.
Sin embargo, las últimas investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía Anticorrupción y por la Unidad de Delitos Económicos y contra la Corrupción hacen necesarias la práctica de nuevas diligencias. Esto podría provocar la imputación del empresario, lo que le obligaría a comparecer con asistencia de un abogado, según explicaron a Europa Press fuentes jurídicas cercanas al caso.
Su declaración del lunes ante la Audiencia Nacional iba a ser una de las pocas ocasiones en las que el empresario se mostrara en público, ya que en la mayoría de sus operaciones está representado por sus empleados Iván Losada Castell, Fernando Lavernia Sanchiz y José Vicente Semper Belenguer, entre otros.
De Cabo adquirió 19 sociedades pertenecientes a Nueva Rumasa a la familia Ruiz-Mateos por el valor simbólico de un euro por cada una, a través de la sociedad Back in Business.
La mayoría de estas sociedades están inmersas en procesos concursales y, por el momento, los jueces que tramitan los procesos de insolvencia han apartado a los nuevos propietarios de la gestión de Trapa, Maspalomas Hoteles y Elgorriaga por carecer de planes de negocio concretos para las empresas.
De Cabo asumió la gestión de Nueva Rumasa, que cuenta con cerca de 1.500 millones de pasivo y cientos de acreedores, y puso al frente de la compañía a Losada, que ejercer como director general. Parte de las sociedades adquiridas están domiciliadas en paraísos fiscales, en su mayoría en Belice.
Las partes firmaron la transmisión de las participaciones de las 19 sociedades a través de contratos privados de compraventa suscritos el 8 de septiembre en Sion (Suiza).
El empresario, cuyo centro de operaciones se sitúa en Valencia, adquirió el Grupo Marsans en mayo de 2010, un mes antes de la declaración de concurso voluntario de la empresa, a través de la sociedad Possibilitumm Business. El Juzgado Mercantil número 12 de Madrid le apartó de la gestión de la compañía de viajes por presuntas irregularidades, medida que también afectó a Losada.
El pasado mes de junio, el titular del Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional admitió a trámite la querella presentada por un grupo de inversores de pagarés de Nueva Rumasa. La causa suma ya más de 25 acusaciones particulares que representan a cerca de 300 inversores.