BILBAO 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El colectivo de Escoltas en Activo del País Vasco y ASP/92 Navarra ha manifestado sentirse "maltratados" por parte de la Consejería de Interior del Gobierno vasco y por el Ministerio de Interior y ha denunciado "la falta de información y el permanente desprecio" del que son objeto por parte de las instituciones, por lo que se plantean la posibilidad de "emprender acciones en defensa de nuestros derechos".
En relación a las informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre la eliminación de servicios de protección en el País Vasco y Navarra, en un comunicado conjunto, el colectivo de Escoltas en Activo del País Vasco y ASP/92 de Navarra ha reiterado la necesidad de "acabar con el terrorismo para que la plena libertad llegue a las calles de nuestras ciudades y pueblos".
Por ese motivo, ha indicado que los escoltas, "a pesar de las permanentes agresiones de las que venimos siento objeto por parte de las mismas instituciones que protegemos, nos mantenemos en nuestros puestos".
Asimismo, el colectivo de escoltas subraya que ha sido "una pieza fundamental en el engranaje que ha permitido que la libertad llegara al País Vasco y Navarra". En ese sentido, ha añadido que los escoltas, con los diferentes cuerpos de seguridad, "han posibilitado que los cargos públicos pudieran acudir a las instituciones para representar a quienes los eligieron, los ciudadanos".
"El colectivo de escoltas jamás ha dudado a la hora de proteger a aquellas personas que les fueron asignadas. Entre el numeroso grupo de escoltas que trabaja en el País Vasco y Navarra también se han producido bajas, y varios compañeros han sufrido atentados y persecución. Pese a ello, nunca hemos hecho de ello un argumento de negociación o victimismo", ha manifestado.
Por otro lado, han asegurado que los escoltas no quieren "un trato preferencial o diferente al de cualquier ciudadano, pero las circunstancias nos obligan a aclarar que el futuro laboral de este colectivo es particularmente complicado", ya que los escoltas, "perfectamente identificados por el entorno radical en pueblos y ciudades, no podremos acceder a un puesto de trabajo en nuestros pueblos y ciudades".
Por todo ello, ante el "permanente desprecio" por parte de las instituciones se plantean, "por primera vez, la posibilidad de emprender acciones en defensa de nuestra dignidad y nuestros derechos".