Araitz Amatria colabora con una asociación de padres de ikastolas, que ha mostrado "preocupación y solidaridad" con la presunta etarra
PAMPLONA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las cuatro personas detenidas esta madrugada por su presunta pertenencia a ETA llevaban una vida "normal", vivían cada uno en sus respectivos domicilios y en algunos casos estudiaban o trabajaban, según diversas fuentes consultadas por Europa Press.
El único de los cuatro detenidos que estaba fichado por la Policía era Aurken Sola Campillo, natural de Pamplona y de 29 años, que ya había sido arrestado junto a otras cuatro personas en 2002 por pertenecer al 'comando Urbasa', dedicado a realizar informaciones sobre posibles objetivos de ETA en Navarra. En 2005 fue condenado por la Audiencia Nacional a un año y tres meses de prisión por tentativa de colaboración con banda armada.
Actualmente, vivía en un piso del barrio pamplonés de la Chantrea con su novia. La Policía Nacional registró esta mañana su domicilio en la calle Remigia Etxarren, número 6, y también el domicilio de sus padres en el centro de Pamplona, en la calle Eslava.
En cuanto a los miembros 'legales' del comando, Araitz Amatria Jiménez se encontraba actualmente estudiando en Valencia, tras haber pedido una excedencia en el Auditorio de Barañáin, donde era programadora de la página web. Tenía contrato hasta finales de año.
Además, Araitz Amatria, natural de Pamplona y de 26 años, era colaboradora de la asociación Sortzen-Ikasbatuaz, que agrupa a padres y madres de las ikastolas públicas de Navarra.
Precisamente, Sortzen-Ikasbatuaz expresó hoy su "preocupación por el trato que pueda estar recibiendo en estos momentos en comisaría bajo el régimen de incomunicación" y mostró su "solidaridad y apoyo a la familia de Araitz".
Otro de los detenidos es Xabier Rey Urmeneta, novio de Araitz Amatria, que vivía en la céntrica calle de San Nicolás. Rey Urmeneta se adhirió en el año 2007 a una manifestación convocada en el mes de febrero en San Sebastián en contra de la declaración como terroristas de las organizaciones Jarrai, Haika y Segi. También es natural de Pamplona y tiene 26 años.
Finalmente, Sergio Boada Espoz, pamplonés de 29 años, fue detenido en la localidad de Añorbe, donde residía desde hace unos dos años con su novia y, según diversas informaciones, trabajaba en el sector de la energía eólica. En el pueblo, de unos 500 habitantes, era conocido por muchos de sus vecinos que, según explicaron a Europa Press, tenía un "trato correctísimo" con los habitantes.
Una comerciante de Añorbe aseguró hoy que la detención de Boada fue una "sorpresa" y apuntó que era "muy majo". "El pueblo está asombrado. Tanto él como su novia son dos personas muy educadas", dijo.