ETA mató a dos guardias civiles en Huesca en 2000 con un 'modus operandi' idéntico

Actualizado: jueves, 30 julio 2009 19:55

MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

La banda terrorista ETA mató a dos guardias civiles hace nueve años con un 'modus operandi' idéntico al que este jueves ha acabado con la vida de dos agentes el Instituto armado en Palma de Mallorca.

En aquella ocasión, el 20 de agosto de 2000, ETA asesinó en Sallent de Gállego (Huesca) a los agentes José Angel de Jesús Encinas e Irene Fernández, mediante una bomba lapa adosada a los bajos del Nissan Patrol en el que se disponían a patrullar un domingo a las 6.00 horas.

La banda terrorista ETA ha asesinado a un total de 210 guardias civiles desde el inicio de su actividad criminal, incluyendo los dos asesinados hoy en Palma de Mallorca. El último asesinato se remonta al 14 de mayo de 2008, cuando, sin previo aviso, estalló una furgoneta-bomba de gran potencia junto al cuartel del instituto armado en Legutiano (Alava), que acabó con la vida del agente Juan Manuel Piñuel.

Antes de este asesinato, los anteriores se habían producido en diciembre de 2007 en Capbreton (Francia), cuando la banda asesinó en las inmediaciones de un supermercado a los agentes Raúl Centeno y Fernando Trapero.

Estos asesinatos llegaron después de cinco años sin víctimas mortales en el Instituto armado. No había muerto ninguno desde el año 2002, cuando los terroristas mataron al cabo Juan Carlos Beiro Montes en Leitza y al guardia Antonio Molina Martín en una salida de la autopista Madrid-La Coruña, próxima a Collado Villalba, a la altura del kilómetro 38.

Este último asesinato tuvo lugar el día 17 de diciembre de 2002 cuando dos guardias civiles que se encontraban de patrulla observaron que un Ford Escort, color azul, matrícula de Málaga, estaba haciendo una maniobra irregular de marcha atrás.

El agente Antonio Molina se acercó al vehículo que estaba cometiendo la infracción y cuando fue a pedir la documentación a los ocupantes estos respondieron a tiros contra él. Se entabló un tiroteo en el que resultó muerto el guardia civil Antonio Molina y herido su compañero.

El etarra Gotzón Aramburu Sodupe resultó herido de gravedad y el otro, Jesús María Etxeberria Garaikoetxea paró un Renault Clio ocupado por una mujer, con el que consiguió huir reteniendo como rehén a la conductora a quien soltó después.

Ese mismo año 2002, ETA asesinó en septiembre a otro guardia civil en la localidad navarra de Leiza. Se trataba del cabo Juan Carlos Beiro Montes, de 32 años de edad, que falleció tras la explosión de un artefacto colocado oculto tras una "pancarta trampa". Con la detonación resultaron heridos otros tres agentes.

En ese mismo año de 2002, ETA atentó contra la Guardia Civil en otra ocasión. Fue el 4 de agosto al hacer estallar un coche bomba junto a la casa cuartel de la localidad alicantina de Santa Pola en la que resultaron muertos la hija de un guardia civil y un turista.

EL AÑO MÁS DURO PARA LA GUARDIA CIVIL FUE 1980 CON 31 MUERTOS

El año más duro para el Instituto Armado fue el de 1980, cuando la banda terrorista asesinó a 31 agentes, seguido de los ejercicios 1979 y 1986, en los que los terroristas acabaron con la vida de 22 guardias civiles, y 1978, con 18 agentes asesinados.

La peor década fue la de los 80, en los que hubo años con más de diez muertos, como 1986, con 23 agentes asesinados; 1985, con 10; 1982, con 12 o 1987, con once. En la década de los noventa, el año 1991 fue el peor con 11 agentes asesinados y el resto de los años fue disminuyendo el número de guardias civiles asesinados por ETA.

Los métodos utilizados por los terroristas para matar a miembros de la Benemérita son tanto el coche-bomba como la trampa en una pancarta o las pistolas.

Así, con anterioridad a los asesinatos de agentes de la Guardia Civil en 2002, los etarras habían matado de un tiro al subteniente Alfonso Parada Ulloa. Los hechos se produjeron el 8 de mayo de 1998 en Vitoria. Un año antes, los terroristas de ETA asesinaron a otro agente del Instituto Armado. El atentado fue cometido por el "Comando Vizcaya" el 3 de mayo de 1997. En esa ocasión los etarras asesinaron al Guardia Civil José Manuel García, cuando este se encontraba en un bar restaurante de la localidad vizcaína de Ziérbana.

Unos meses después de este asesinato, la Guardia Civil desarticuló al "comando Vizcaya" en una operación en la que resultaron muertos dos integrantes de la banda terrorista ETA, Salvador Gaizka Gaztelumendi y José Miguel Bustinza, tras mantener un enfrentamiento con los agentes de la Benemérita.

ATENTADOS TRAS LAS TREGUAS

Los agentes de la Guardia Civil también han sido objetivo de ETA tras las treguas que ha declarado la banda. De hecho, uno de los primeros atentados que cometió ETA tras romper el alto el fuego el mes de junio del pasado año fue contra el cuartel de la Guardia Civil de Durango. Hicieron estallar un coche-bomba que un terrorista aparcó pocos minutos antes junto al cuartel. Resultaron heridos dos guardias civiles.

Tras la tregua de 1998, rota por los terroristas a finales de 1999, la Guardia Civil también fue objetivo de los terroristas en numerosas ocasiones. Así, el 20 de agosto de 2000 ETA asesinó en Sallent de Gállego (Huesca) a los agentes del Instituto, José Angel de Jesús Encinas e Irene Fernández, con una bomba lapa adosada a los bajos del Nissan Patrol en el que se disponían a patrullar.

El 6 de marzo de ese año ETA colocó un coche-bomba y lo hizo estallar al paso de una patrulla de la Guardia Civil cerca de Intxaurrondo (Guipúzcoa). Contenía 40 kilos de dinamita que la banda había robado en la localidad francesa de Plevin e hirió a ocho personas, dos de ellas, guardias civiles.

Los etarras también atentaron contra el cuartel de la Guardia Civil de la localidad soriana de Agreda, mediante la colocación de un coche-bomba el día 16 de julio de 2000 al lado del cuartel y lo hicieron explosionar. En esta ocasión sólo hubo un herido, la esposa de un guardia civil del acuartelamiento.

ETA atentó otras dos ocasiones más en 2000 contra la Benemérita. En el 11 de noviembre cuando trató de asesinar a diez agentes con una "bomba trampa" colocada en Intxaurrondo y diez días después, el 21 de noviembre, cuando hirió a un guardia civil en el ataque con granadas contra la casa cuartel de Irún (Guipúzcoa).

El año 2001, los etarras trataron de asesinar el día 31 de enero a los agentes de una garita en la localidad guipuzcoana de Lezo mediante el estallido de una bomba, y un mes después el 28 de febrero especialistas en desactivación de explosivos neutralizaron la bomba colocada en la localidad navarra de Cintruénigo.