Nueve acusados se enfrentan a entre 5 y 27 años de cárcel por formar los 'comandos Tontor' y 'Kresala' o colaborar con ellos
MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presunto miembro de ETA Zunbeltz Bedialuneta ha negado su relación con la organización terrorista durante un juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional y ha asegurado que guardaba una pegatina con el anagrama de la banda en su domiclio de Ondárroa (Vizcaya) porque "hacía colección".
El acusado se enfrenta junto a otros ocho presuntos etarras y colaboradores de los 'comandos Kresala' y 'Tontor' a penas de entre cinco y 27 años de cárcel por haber llevado a cabo cuatro atentados sin víctimas en Ávila, Vizcaya y Guipúzcoa.
Bedialuneta ha negado haber participado en el atentado que ETA cometió en el polígono Vicolozano de Ávila el 25 de septiembre de 2005, que la Fiscalía le imputa, y ha dicho que cuando se produjeron los hechos estaba "de vacaciones" con su mujer en Salou (Tarragona). Al ser preguntado por qué tenía un lanzacohetes en su casa, ha explicado que "sobró en las últimas fiestas" y lo utilizaban para "tirar petardos".
Durante la primera jornada del juicio, que continuará este martes, la mayoría de los acusados han negado los hechos que se les imputan y han dicho que admitieron su relación con ETA, tras ser detenidos en enero y febrero de 2010, porque sufrieron "malos tratos" por parte de la Policía Nacional y amenazas de torturas a sus familiares.
SÓLO UNO ADMITE SU RELACIÓN CON ETA
El único que ha reconocido su vinculación con ETA ha sido Ibon Iparraguirre, que ha señalado que pidió un coche al presunto colaborador Javier Zubizarreta aunque no le dijo que era para hacer traslados relacionados con la actividad de la banda. "Le engañé", ha admitido.
La fiscal Teresa Sandoval solicita 27 años de cárcel para Ibon Iparraguirre y Asier Badiola, 17 para Urtzta Alkorta, Zunbeltz Bedialuneta e Igor Martín Niño, diez para Javier Zubizarreta, siete para Xeber Uribe y Jon Iñaki Esnaola, y cinco para Olaitz Lema por los delitos de integración o colaboración con organización terrorista; tenencia, tráfico y depósitos de armas y explosivos; y daños terroristas.
A Zubizarreta también se le imputa un delito contra la salud pública porque en su domicilio de Mutriku (Guipúzcoa) se le incautaron 8,72 gramos de cocaína y 15,6 de marihuana que habrían tenido un valor en el mercado superior a los 15.000 euros. Durante su declaración, ha asegurado que nunca supo para qué utilizó el coche Iparraguirre y que todas las drogas que le incautaron eran para su "consumo propio". "La sustancia para adulterarla me la regalaron", ha añadido.
LLEGÓ A UN ZULO PORQUE CONOCÍA LOS MONTES
Otro de los acusados, Igor Martín Niño, ha reconocido que, tras ser detenido, guió a agentes de la Policía Nacional hasta un zulo pero ha dicho que era porque "conocía muy bien los montes y sabía dónde estaban tirados los pinos". "Llevarles donde estaba el zulo era la forma más fácil de salir de aquéllo", ha asegurado en relación con las "torturas" que ha asegurado que sufrió tras su detención.
Asier Badiola también ha negado haber participado en el atentado de Ávila alegando que cuando se produjo trabajaba "mañana y tarde" en el polideportivo de Lequeitio (Vizcaya), mientras que Xeber Uribe ha reconocido que le prestó el coche a Badiola para que "se fuera de vacaciones".
Por su parte, Jon Iñaki Esnaola ha negado tener ningún tipo de relación con la izquierda 'abertzale'. "A mi padre le pusieron una bomba, yo nunca he tenido que ver nada con la política ni quiero saber nada. Nunca he estado en ninguna manifestación ni nada que se le parezca", ha afirmado.
CAPTADOS POR 'TXEROKI'
En su escrito provisional de acusación, la fiscal señala que Iparraguirre, Badiola, Bedialuneta, Alkorta y Martín Niño formaban una estructura de la organización terrorista en la localidad vizcaína de Ondarroa mientras que los otros cuatro colaboraron haciendo de lanzadera en sus desplazamientos.
Martín Niño y Badiola fueron captados en 2005 por el exjefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', y tras recibir un cursillo en armas y explosivos formaron el 'comando Kresala' junto a Aitzol Etxaburu. Los tres, junto a Bedialuneta, hicieron explocar un coche-bomba en el polígono Vicolozano de Ávila el 25 de septiembre de ese año. Tras la identificación policial de Etxaburu el 'comando' se disolvió.
Después los acusados constituyeron un segundo 'comando' que se denominó 'Tontor' y que trasladó desde Francia una furgoneta con 50 kilos de explosivos que le había sobrado al 'Kresala'. Con este material atacaron un repetidor en Azpeitia (Guipúzcoa) el 30 de marzo de 2008, las casetas de obra que la empresa Acciona-Fonoforte tenía el Orio (Guipúzcoa) el 28 de julio de ese año y la sede de la Ertzaintza en Ondárroa (Vizcaya) el 21 de septiembre.