El presidente recalca que la empresa tiene 80.000 empleados en 15 países y censura "difamaciones"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Eulen ha salido al paso este jueves de las "continuas imprecisiones y falsas informaciones" sobre un "supuesto trato de favor" por parte de la Xunta, toda vez que Micaela Núñez Feijóo es "directora provincial en Orense y Pontevedra" y no "propietaria ni accionista". "Empleada", ha puntualizado.
A través de un comunicado, la empresa ha negado también "favoritismo" en las adjudicaciones, toda vez que, según ha apuntado, ha tenido "un mayor volumen de contratos públicos con los anteriores gobiernos que con el actual del Partido Popular".
"Prueba de ello", como ha señalado, es "la reducción drástica de actividad de ciertas líneas de negocio". Se ha referido así al área de limpieza, "cuyo porcentaje en el ámbito de la administración pública ha pasado de un 52 por ciento en 2003 a un 4,2 por ciento en el pasado ejercicio".
A renglón seguido, esta compañía ha recordado que desarrolla su actividad en Galicia "desde hace más de 40 años", tiempo en el que ha prestado "servicios para todos los gobiernos de la Xunta, previa concurrencia a concursos públicos". "Es decir, con total transparencia y legalidad", ha recalcado.
Por último, el Grupo Eulen ha subrayado que tiene contratos con diferentes administraciones "a nivel nacional" y que ello supone "el 37 por ciento" de su facturación total. En Galicia, según la empresa, esta cifra supone "un 7,4 por ciento", lo que se traduce en "una reducción del 30 por ciento durante los últimos años".
"QUE SIGAN DIFAMANDO"
También sobre la polémica por los contratos de esta empresa con la Xunta se ha pronunciado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al ser preguntado al respecto en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal con sus consejeros.
"En esa empresa trabajan 80.000 empleados en 15 países", ha enfatizado el mandatario, haciendo hincapié en que tienen contratos "con todo tipo de administraciones" de "distintos colores políticos".
"A partir de ahí, quien quiera difamar que difame, por supuesto, y que siga difamando", ha concluido Feijóo, visiblemente molesto.