PAMPLONA 29 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Familiares de Fusilados en 1936 ha reclamado en el Parlamento de Navarra el derecho a las exhumaciones y a un mapa de fosas, así como que se elabore un estudio para la constitución de un Instituto de la Memoria que realice jornadas, textos para educación, etc.
Representantes de la citada Asociación han participado en la ponencia parlamentaria sobre Memoria Histórica, donde han expuesto sus peticiones y sus testimonios. Han solicitado así que se trabaje por localizar las fosas y exhumar los cuerpos de los familiares que lo soliciten.
Igualmente, han pedido que se firme un acuerdo con la Universidad Pública de Navarra (UPNA) para crear un fondo documental de Navarra y colaborar en otras áreas, y además que se reconozcan y clasifiquen los lugares de la memoria y en cuanto al Parque de Sartaguda, que se atienda y mantenga.
Se han referido también al Fuerte de San Cristóbal para pedir que se atiendan "todas las cuestiones relativas al mismo como cementerio, fosas, titularidad, etc.". Han solicitado al Parlamento una declaración de reparación y reconocimiento personal de las personas fusiladas, desaparecidas y asesinadas a raíz del golpe militar de 1936 y de la posguerra.
Los representantes de la Asociación han reclamado la conmemoración del 75 aniversario del golpe militar, la retirada de los símbolos y menciones franquistas, la atención "a los llamados esclavos del franquismo, presos utilizados en trabajos forzosos", y en educación, "la integración de lo relativo a la guerra civil sobre la base de la verdad, justicia, sin manipulaciones".
TESTIMONIO DE FAMILIARES
En la ponencia en el Parlamento de Navarra, varios miembros de la Asociación han ofrecido su testimonio. Así Tomás Dorronsoro ha contado que su padre, Corpus Dorronsoro, nacido en la calle Jarauta el 14 de julio de 1892, "casado y padre de cinco hijos, de oficio lampista en el ferrocarril 'El Irati', afiliado y dirigente del PSOE y de la UGT, concejal y teniente alcalde de Pamplona durante gran parte del periodo republicano, fue asesinado por sus ideas".
Tras relatar cómo asesinaron a su padre y su vida posterior, Tomás Dorronsoro ha señalado que "durante muchos años por mi querido apellido me cerraron todas las puertas y fue muy difícil empezar a trabajar".
Ha afirmado que "hasta hace pocos años nadie se había acordado de nosotros" y que "algo ha mejorado la Memoria Histórica", pero que "la democracia ha sido muy arcana con aquellas personas que lo dieron todo por la libertad".
Por su parte, Josefina Lamberto ha recordado a su padre y a su hermana y ha preguntado "¿cuántos años han pasado desde que os llevaron a matar por esos caminos y cuentas que nadie sabe dónde estáis? Sólo ellos, los que os mataron, para así esconder su odio y su vergüenza, los que se tenían por buenos y fueron los mayores matones".
Según ha añadido, "hoy, después de 73 años, sé que no podré recuperar vuestros restos pero al menos voy a conseguir que reconozcan y registren tu muerte, Maravillas, que ni siquiera eso quisieron hacer contigo".
También Roberto Rocafort ha contado, en el Parlamento, "la historia de un asesinato". "Se llamaba Javier Rocafort Apesteguía, tenía 28 años, mujer y dos hijos de 4 y 2 años", ha dicho, para indicar que "unos días después del alzamiento militar, lo llevaron preso por el único delito de pertenecer a Izquierda Republicana". "Tras diez meses de duro cautiverio, lo mataron", ha indicado.