Actualizado: viernes, 30 marzo 2012 17:06

BARCELONA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Generalitat será "inflexible" con los violentos que protagonizaron altercados el jueves y actuará contra ellos por la vía penal y administrativa mediante multas, ha avanzado este viernes el presidente catalán, Artur Mas.

Lo ha dicho en rueda de prensa desde el Palau de Pedralbes de Barcelona, donde ha participado en un encuentro de los liberales europeos sobre la 'Primavera árabe'.

Ha asegurado que no es de recibo que "vándalos y gamberros" se aprovechen de manifestaciones, huelgas y otros actos para hacer destrozos y actos violentos, y ha lamentado que contribuyan a perjudicar a la imagen de Barcelona y Cataluña en todo el mundo.

Mas ha recalcado que al igual que la Generalitat llevó ante los tribunales a quienes protagonizaron altercados durante el bloqueo del Parlamento catalán del pasado junio, ahora va a hacer lo mismo, y ha añadido: "Si vemos que la vía penal no prospera porque las leyes no son lo suficientemente sólidas, actuaremos por la vía administrativa, la de las multas".

Todo ello se enmarca en la nueva política del Gobierno de CiU de la Generalitat desde que Mas se alzó con la presidencia, que consiste en "no ser tolerantes con los intolerantes que practican la violencia".

REACCIÓN A LA HUELGA

Más allá de los disturbios y los altercados, Mas ha hecho también una reacción de la huelga general, recalcando que entiende la reacción que han tenido los que secundaron los paros, aunque ha recalcado que él ya había dicho antes de la convocatoria que "difícilmente serviría para algo".

"Ya lo dije, creo que era inoportuna y que no podía cambiar los planes" del Gobierno central, ha asegurado Mas.

Según Mas, la huelga ha contribuido a que quienes la han secundado hayan podido manifestar su opinión en contra de la reforma laboral impulsada por el Gobierno del PP, pero ha indicado que en la actual situación de recesión económica, el paro "no contribuye a que las cosas vayan mejor".

Ha indicado también que, vistos los datos de seguimiento de los paros, "no se puede hablar de que la huelga tuviese un seguimiento general y que el país se paralizase", añadiendo que en la función pública, secundaron la convocatoria aproximadamente un 20% de la plantilla.

En cualquier caso, Mas ha enmarcado la huelga dentro de la "normalidad" de un país democrático y ha desvinculado los paros de los altercados por parte de los violentos.

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