MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno dará este viernes luz verde en el Consejo de Ministros a la Estrategia Española de Seguridad, el documento elaborado por Javier Solana que analiza las amenazas y riesgos a los que se enfrenta el país, definiendo el modo de afrontarlas. La aprobación se ha retrasado unas semanas porque el Ejecutivo esperaba contar con el apoyo del principal partido de la oposición, que se ha negado a sumarse a una iniciativa que no les convence y que no tiene capacidad de enmendar.
La Estrategia Española de Seguridad era un compromiso del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que anunció su elaboración durante su discurso de investidura en abril de 2008. Su redacción fue encargada al ex secretario general de la OTAN y ex Alto Representante de Política Exterior Javier Solana, quien la presentó al Consejo de Defensa Nacional presidido por el Rey el pasado 30 de mayo.
En un principio estaba previsto que el Gobierno lo aprobara esa misma semana, aunque su presentación al Consejo de Ministros se ha ido retrasando. Según fuentes gubernamentales, el motivo de la demora ha sido la voluntad de recabar el apoyo del principal partido de la oposición.
Sin embargo, fuentes 'populares' consultadas por Europa Press han asegurado que no van a sumarse al documento. Según han indicado, el Gobierno les remitió el texto el pasado 28 de mayo, con la intención de aprobarlo el 3 de junio, pero el PP, aunque agradece al Gobierno la consulta, no está dispuesto a endosar un documento que no comparte plenamente y sin capacidad de introducir cambios.
El partido dirigido por Mariano Rajoy propuso al Ejecutivo crear un grupo de trabajo para pulir el texto y aprobarlo el próximo septiembre, pero Moncloa se negó. Por eso, el PP sostiene que la aprobación de esta manera de la Estrategia de Seguridad constituye un "error de oportunidad".
En concreto, critican "las prisas" del Ejecutivo para aprobar el documento a final de la legislatura, cuando consideran que, por su "trascendencia", exige "un impulso político propio de un gobierno que inicie su gestión", ya que se plantea sobre un horizonte temporal "muy amplio" de 10 años revisable cada 5.
EL PRÓXIMO GOBIERNO SE ENCARGARÁ DEL DESARROLLO
Sin embargo, en un encuentro con periodistas para explicar el contenido del documento, el propio Javier Solana defendió la conveniencia del momento en que se ha presentado la estrategia. A su juicio, va "en la buena dirección", porque este Gobierno "hace la médula" y el que venga después se encargará del "desarrollo".
De hecho, Solana insistió en que el documento presentado es "un punto de partida" a partir del cual habrá que continuar con el "análisis de los poderes públicos y la sociedad civil" para adecuar las capacidades de España que garanticen la seguridad del país. "Es un paso importante hacia adelante", afirmó.
Además, explicó que el capítulo del documento que aborda los cambios orgánicos que debería acometer el Estado para dar respuesta a los retos de la seguridad "no especifica mucho" y deberá ser desarrollado más adelante. La estrategia recomienda mejorar la coordinación interministerial y contempla la creación de un Consejo Español de Seguridad que sustuiría a la Comisión Delegada del Gobierno para Situaciones de Crisis.
También plantea la necesidad de "actualizar los instrumentos normativos existentes con el fin de aplicar el concepto integral de la seguridad", especialmente en lo referente a la gestión de las situaciones de crisis, la protección civil, los secretos oficiales y protección documental y el planeamiento frente a emergencias y catástrofes, aunque no da parámetros concretos.
REMISIÓN AL CONGRESO
Una vez sea aprobado por el Gobierno, será remitido al Congreso, aunque todavía no está definido el formato en que se presentará a los diputados. Fuentes del Gobierno han asegurado que el objetivo es obtener el "consenso" de la Cámara y elaborar un plan de desarrollo de la estrategia.
Solana se ha mostrado convencido de que "puede haber consenso" porque el documento no incluye "nada" que pueda ser objetado por "un partido con visión del mundo de hoy" y está en la línea de las estrategias de seguridad de la Unión Europea y de los países que cuentan con un documento de estas características.
Además, el ex secretario general de la OTAN recalcó que no se trata de un texto exclusivamente gubernamental, ya que para su elaboración ha consultado muchas voces. En concreto, explicó que se han celebrado "tres grandes seminarios" en los que han participado personal de las Administraciones central y autonómicas; de la sociedad civil; del sector privado, como presidentes de bancos y empresas energéticas; y de diversos grupos de pensamiento. Además, ha viajado a los países que tienen ya una estrategia de estas características y se ha entrevistado con sus creadores.
SOLANA NO HA RECIBIDO QUEJAS IMPORTANTES DE LA OPOSICIÓN
Y una vez elaborado, el documento se ha presentado a los grupos políticos. En concreto, Solana aseguró que se ha reunido en varias ocasiones con el líder de la oposición, como ha hecho con los de otros partidos, y aunque ha habido algunas "matizaciones", no ha visto ninguna "crítica" significativa ni "quejas importantes".
Sin embargo, fuentes 'populares' han defendido que, "pese a estar auspiciado por una personalidad de acreditada reputación en la materia como Solana", el contenido del documento "no convence". Entre otras cosas, perciben una "literatura geopolítica mejorable" que no hace una "descripción realista" del entorno y critican la "alteración sustancial" que la estrategia plantea en la comunidad de inteligencia de España con la creación de "diversos órganos de dependencia difusa".
"Si el Gobierno quiere aprobar este documento, tiene derecho a hacerlo. Nosotros aceptamos su voluntad pero no aprobamos su contenido y nos reservamos el derecho de revisarlo si los españoles nos dan su confianza desde una posición de gobierno y con todos los elementos de información y toda la responsabilidad ejecutiva", han avisado las fuentes.
Por su parte, Solana ha defendido que la estrategia es un documento "razonablemente bueno" que responde a la carencia que tenía España de un marco general que englobe el concepto amplio de seguridad y establezca líneas estratégicas para establecer las formas de actuar.
Entre sus novedades, se encuentra la definición de una nueva cultura de defensa que establece que la seguridad es responsabilidad de todos; implica un concepto integral de la seguridad, ya que muchas de las amenazas y riesgos están interrelacionadas, y amplía el horizonte con nuevas amenazas y riesgos, entre las que se encuentran los 'ciberataques'.
El ex ministro también ha insistido en que no se trata de una estrategia de política exterior española ni puede dar respuestas a todos los problemas. En cualquier caso, se trata de un "documento vivo", con un "marco abierto" al que se pueden incorporar nuevas amenazas.