BARCELONA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, ha admitido que una de las propuestas que está sobre la mesa en el nuevo paquete de medidas de ajuste es reducir el número de días de asuntos propios de los funcionarios, que no tienen los trabajadores de la empresa privada.
En una entrevista en Radio 4 recogida por Europa Press, y tal como avanza La Vanguardia, ha asegurado que es una de las medidas que quieren debatir con los sindicatos, que Homs no ha querido calificar de privilegios sino de derechos adquiridos en el transcurso de los años.
Según el portavoz del Gobierno autonómico, teniendo en cuenta que los funcionarios tienen, además de las vacaciones, entre una semana y once días de asuntos propios, tras una época de bonanza económica hay que resituar estos derechos al contexto actual de crisis.
Ha sostenido que "en la empresa privada lo ha hecho todo el mundo. En las cosas que son más prescindibles hay que ahorrar para no llegar a tocar los servicios más sensibles" como sanidad, educación y servicios sociales.
Menos concreto ha sido cuando le han preguntado si el precio de la tarjeta T-10, que actualmente cuesta 8,25 euros, podría aumentar hasta los 9 y 10 euros, alegando que el marco de medidas es amplio y que habrá que hablarlo en el marco de la Autoridad Metropolitana del Transporte.
Sobre la posibilidad de que haya que pagar un euro por receta, Homs ha emplazado a esperar a ver como se concreta la iniciativa del 'tique moderador' en los presupuestos de 2012 en otra entrevista a Onda Cero.
Ante estos nuevos ajustes, el portavoz del Ejecutivo que preside Artur Mas ha indicado que entiende que la primera reacción de los sindicatos sea de "rechazo", después de que éstos ya hayan movilizaciones al respecto.
Sin embargo, ha pedido que se sienten a la mesa a negociar los próximos días porque, a su juicio, se trata de propuestas "asumibles" que se implementan para evitar echar a trabajadores.
También ha replicado las críticas que les acusan de no haber optado por eliminar delegaciones en el exterior y reducir subvenciones a entidades de la sociedad civil catalana, destacando que sí han bajado estas partidas en las cuentas de 2012.