MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha afirmado que no tiene pensado dimitir, y ha asegurado que seguirán trabajando para buscar un modelo "satisfactorio para todos", con motivo del fracaso de la disposición segunda final de la Ley de Economía Sostenible, conocida como 'Ley Sinde', rechazada en el Congreso.
Sinde ha declarado ante los medios que no ha pensado en la posibilidad de abandonar el Ministerio de Cultura y ha recalcado que hace su trabajo para un presidente de Gobierno que "tiene esa posibilidad de cesar y nombrar ministros cuando lo considere".
En cuanto al resultado de las votaciones de ayer, la ministra de Cultura ha subrayado que "uno nunca sabe cómo van a salir, en eso consiste la democracia". "Cada grupo político expresa sus convicciones y toma sus decisiones hasta el ultimo momento de votación", ha señalado.
Sin embargo, cree que todos los partidos estaban de acuerdo en que "hay que encontrar alguna fórmula y alguna solución a la compatibilidad de los derechos de todos en la red". "Lo que tenía cada grupo lo que tenía era una opción distinta, un modelo distinto", añade.
Por ello, asegura que el Gobierno "seguirá trabajando" en buscar un modelo que sea "satisfactorio para todos" y seguirá dando respuesta a "esta situación", ya que, según señala, "el compromiso con la defensa de la propiedad intelectual y el compromiso con las industrias culturales y su potencial de desarrollo económico, y su potencial de generación de empleo, pasa inexcusablemente por la red y es una prioridad para el Gobierno".
En este sentido, Sinde ha señalado que actualmente están analizando cuáles pueden ser los siguientes pasos para seguir en ese camino de "defensa de la propiedad intelectual, de encontrar esa fórmula que permita a los usuarios la posibilidad de acceder a contenidos legales en la red, a precios asequibles, que no persigan y criminalicen a los usuarios".
"UNA MERMA PARA EL PAÍS"
A su juicio, son necesarias unas reglas "justas y equitativas" en la red, porque si no se perderá el patrimonio cultural, se dejarán de hacer inversiones y sólo existirá lo que la ministra ha denominado "cultura de amateurs", que son "quienes pueden dedicar gratuitamente y no puedan vivir profesionalmente la cultura".
Para Sinde, esto supone una "merma" para el país y una "merma internacional". "Nuestro país tiene una lengua, un potencial cultural que está muy por encima del de otros países, y no puede permitirse el lujo de despilfarrar el talento de nuestros creadores y el talento de tantas personas que trabajan en la cadena de valor de la cultura", ha lamentado.