BARCELONA 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Boada, anunció hoy que la Generalitat espera tener en el plazo de un año un inventario de toda la simbología franquista que queda en Cataluña y, con el estudio en las manos, valorará las actuaciones a tomar, como "su extracción del espacio público o la colocación de señales contextualizadoras".
En la inauguración de las primeras 'Jornadas de Trabajo sobre fosas y simbología franquista', Boada explicó que este inventario busca facilitar la aplicación del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica estatal, que insta a las administraciones públicas a tomar medidas para retirar escudos, insignias, placas u otros objetos de exaltación de la insurrección militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura.
El Govern ha encargado este listado a Adigsa (Conselleria de Medio Ambiente y Vivienda) y en colaboración con varias universidades catalanas: la Universitat Rovira i Virgili, la Universitat de Lérida, la Universitat Autònoma de Barcelona y la Universitat de Gerona.
Sobre la Ley de Memoria Histórica, Boada reclamó al Gobierno que, pese al retraso, desarrolle el texto con un reglamento que responda "fielmente" al espíritu de la ley y facilite al máximo la consecución de sus objetivos.
Boada destacó que Cataluña "es pionera" en todo el Estado en políticas de recuperación de la memoria democrática con actuaciones como la Ley de Fosas, que podría aprobarse en enero de 2009, o el censo de desaparecidos y el mapa de fosas.