MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El historiador Stanley Payne considera que la memoria histórica es una "falsificación de la historia", aunque dijo que "lo peor" son "las intenciones políticas que encierra" y que, a su juicio, tienen como objetivos "causar agitación social, reeditar el frentismo y provocar así una segunda transición".
Payne se pronunció así durante la inauguración del III Congreso Internacional 'La otra memoria', organizado por la Universidad San Pablo CEU. En este contexto, alertó de las consecuencias que pueden tener las acciones emprendidas en el marco de la memoria histórica y advirtió de que, mientras que la Transición sirvió para instaurar la democracia, una segunda transición "marcaría el comienzo del abandono de la misma".
Para el historiador, esta "manipulación intencionada" de la historia no es algo nuevo, sino que comenzó en el año 1993 cuando el PSOE advirtió la posibilidad de perder las elecciones y "recurrió a la difusión de una versión sesgada de la historia para estigmatizar al PP".
En este contexto, rechazó además que los dirigentes del bando republicano durante la Guerra Civil fueran "un ejemplo de virtudes democráticas". "Los revolucionarios no fueron defensores de la democracia porque, de haberlo sido, nunca hubiera habido guerra civil", argumentó.
Por último, defendió que el juez de la Audiencia Nacional no es "el capaz de enjuiciar de un modo imparcial" y afirmó que, a su juicio, "la amnistía se ha mostrado históricamente como el medio más eficaz para superar este tipo de fracturas".