Las tropas de Ouattara mataron y violaron a miembros de la etnia gueré y las de Gbagbo dieron muerte a 150 personas durante su retirada
La organización ha documentado el reclutamiento de mercenarios liberianos por "los dos bandos"
MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La organización de Derechos Humanos internacional Human Rights Watch (HRW) ha acusado a las fuerzas leales al aspirante a la Presidencia de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, de la muerte de "cientos de civiles" y de la violación de más de 20 mujeres y niñas en el oeste del país, y ha asegurado que las fuerzas del presidente en ejercicio, Laurent Gbagbo, mataron a casi 150 personas durante su retirada de sus posiciones en el oeste del país.
En un informe hecho público este pasado fin semana, Human Rights Watch indicó que los testimonios recogidos sobre el terreno "aldea a aldea" revelan que las milicias de Ouattara --las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI)-- "ejecutaron sumariamente y violaron a personas supuestamente partidarias de Laurent Gbagbo mientras estaban en sus casas, trabajaban en el campo, huían o intentaban ocultarse en el bosque".
"Los combatientes seleccionaron con frecuencia a sus víctimas en función de su origen étnico y los ataques los sufrieron de forma desproporcionada las personas demasiado ancianas o demasiado débiles para huir", denunció HRW. "No es matando a civiles ni violando como las fuerzas de Alassane Ouattara van a acabar con este conflicto", advirtió el director para África de Human Rights Watch, Daniel Bekele.
El caso más "atroz", recordó HRW, es el de "cientos de civiles de la etnia gueré, percibidos como partidarios de Laurent Gbagbo", que "fueron masacrados en la aldea de Duékoué, en el oeste del país, por un grupo constituido por diversas fuerzas partidarias de Ouattara, entre ellas las Fuerzas Republicanas, bajo el mando del primer ministro de Alassane Ouattara, Guillaume Soro".
Los peores abusos constatados por Human Rights Watch se produjeron entre el 6 y el 30 de marzo de 2011, a medida que las tropas de Ouattara iban arrebatando las localidades de Toulepleu, Doké, Blolequin, Duékoué y Guiglo, todas en el oeste, a las fuerzas de Gbagbo.
LAS FUERZAS REPUBLICANAS
Las fuerzas republicanas de Ouattara, según HRW, constituyen una coalición "poco estructurada", compuesta sobre todo por antiguos combatientes de las Fuerzas Nuevas --los rebeldes de Soro, que controlaban la mitad norte del país desde 2002-- y por antiguos militares y policías del Ejército recién desertados de las filas de Gbagbo.
En todas las aldeas visitadas por Human Rights Watch, los rebeldes de las FRCI habían "matado, violado y saqueado a la población, en su mayoría gueré", según la organización. Los guerés, procedentes del oeste de Costa de Marfil, habían votado mayoritariamente a favor de Laurent Gbagbo en las elecciones presidenciales de noviembre de 2010.
LAS FUERZAS DE GBAGBO
Asimismo, Human Rights Watch ha documentado la muerte de cientos de personas procedentes del norte de Costa de Marfil e incluso de los países vecinos por parte de las fuerzas de Gbagbo durante su retirada de las ciudades y aldeas del oeste.
Concretamente, las fuerzas del presidente en ejercicio mataron a más de cien personas en Blolequin y al menos a 37 en Bédi-Goazon, que se unen a las matanzas registradas en Guiglo, en la aldea de Keibli y en las plantaciones de cacao de los alrededores de Zidibli.
Las fuerzas de Gbagbo, formadas por los soldados del Ejército y también por milicianos marfileños y por mercenarios liberianos, convirtieron sus retiradas precipitadas de las aldeas conquistadas por las Fuerzas Republicanas en "una oportunidad última para cometer atrocidades contra los supuestos partidarios de Ouattara".
Human Rights Watch ha documentado el reclutamiento de cientos de mercenarios liberianos "por las dos partes", muchos de ellos antiguos combatientes de la "brutal guerra civil de Liberia". Los mercenarios recibieron salarios de entre 300 y 500 dólares por persona para combatir en Costa de Marfil.
A juicio de HRW, si finalmente accede al poder, Alassane Ouattara deberá abrir "con urgencia" una investigación "creíble e imparcial" sobre "los graves abusos cometidos por los dos bandos" y garantizar que los responsables "a todos los niveles" serán remitidos a la justicia.