López reivindica el legado del empresario Korta como prueba de que "ETA no ha podido, ni podrá vencernos"

El lehendakari entrega los premios instaurados en memoria del industrial asesinado por ETA en 2000

VITORIA, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

El lehendakari, Patxi López, reivindicó hoy el legado del empresario Joxe Mari Korta, asesinado por ETA en 2000 tras negarse a acceder a la extorsión de la banda, como evidencia de que "ETA no ha podido ni podrá vencernos", ya que "donde antes hubo un Korta ahora hay muchos más".

López presidió hoy en la sede de la Presidencia del Gobierno vasco, en Vitoria, la entrega de los Premios Korta, instaurados en memoria del empresario vasco asesinado por ETA en 2000 y que este año cumplen su novena edición. En la entrega de los galardones también participó el consejero de Industria, Bernabé Unda, y el presidente de la patronal vasca Confebask, Miguel Lazpiur.

Los premiados de este año son Ignacio Múgica y Jesús María Romano (a propuesta de SEA-Empresarios Alaveses), los vizcaínos Carlos Castellanos y José Ramón Odriozola (propuestos por Cebek), y los guipuzcoanos Tomás Liceaga y Pello Guibelalde (apadrinados por Adegi). En todos ellos el jurado ha apreciado "su implicación prolongada en los sectores empresariales en los que han desarrollado su actividad profesional, así como su relevancia en el desarrollo de los valores empresariales, creación de empresas y generación de nuevas actividades y puestos de trabajo".

En su discurso, el lehendakari subrayó que Korta respondía al prototipo de empresario vasco "austero", de firmes "principios éticos" y dedicado a "crear riqueza en su comunidad", motivos por los que "se convirtió en enemigo de quienes practican la barbarie y buscan la ruina de este país". Según aseguró, el industrial vasco "se encontró de frente con el horror y la barbarie terrorista, apretó los dientes y se mantuvo firme". "Le asesinaron pero no pudieron vencerle, porque donde antes hubo un Korta ahora hay muchos más", destacó.

López explicó que estos premios sirven para demostrar "que los vascos hemos ganado; que ETA no ha podido ni podrá vencernos; que entre los empresarios vascos hoy tenemos más Kortas que nunca". El lehendakari se refirió a los premiados con estos galardones como "portadores del legado de Korta".

CRISIS

López también se refirió a la actual situación de crisis y animó a empresarios y a trabajadores a que "mantengan su empeño porque son la principal baza" para superar esta situación. Además, aseguró que el Gobierno vasco "pondrá las medidas necesarias para mantener y mejorar el tejido productivo".

El lehendakari recordó que "la economía vasca siempre ha sabido adaptarse a las circunstancias", por lo que se mostró seguro de que "ahora va a volver a hacerlo". "Tengo confianza en nuestras fuerzas y capacidades", afirmó.

UNDA Y LAZPIUR

Por su parte, el consejero de Industria destacó "la actitud valiente del empresariado vasco frente a la barbarie de ETA". Además, aseguró que el Gobierno vasco "acompañará" a las empresas que "lo están pasando mal" por la crisis económica y confió en que la economía vasca "salga reforzada" del mal momento económico.

El presidente de Confebask reconoció que los actuales son "malos tiempos" para la empresa, pero aseguró que "saldremos adelante". Lazpiur subrayó el carácter "dinámico y moderno" de las empresas vascas, condiciones que calificó de especialmente importantes "en estos momentos de dificultad".

PREMIADOS

Ignacio Múgica (Vitoria, 1942) comenzó desde joven en el sector de la automoción y su primera experiencia en el mundo laboral consistió en vender y reparar maquinaria agrícola. En 1967, y tras adquirir una amplia experiencia en el mercado del automóvil, fundó el concesionario Ciarsa, donde distribuía vehículos de las marcas Seat y Fiat. En 1975 creó Videinsa, concesionario oficial de Opel y más tarde, en 1996, fundó Motor Gorbea. Paralelamente, Múgica creó una gestoría, Asesoría Múgica, dedicada a los seguros. En la actualidad su grupo da trabajo a más de 100 personas.

Jesús María Romano (Oñate, 1932) se inició en Oñate en el sector de la construcción metálica. En enero de 1959 se trasladó a Vitoria junto a otros tres socios y fundaron URSSA. Pocos años después de su puesta en marcha, la empresa ya contaba con una plantilla de 120 empleados. En 1984 creó Zikotz, dedicada a la edificación industrial. La empresa cuenta hoy en día con 180 trabajadores.

Carlos Castellanos (Getxo, 1949) cursó estudios en Gaztelueta y en la Facultad de Sarriko, y más tarde realizó el master de Dirección de Empresas de Inside. Después de trabajar durante un año en un broker de Londres, se incorporó en 1972 al negocio familiar, Castellanos y Cía. En 1976 participó en la creación de Talde, Sociedad de Capital Riesgo, una de las pocas compañías de ese sector que ha sobrevivido durante 33 años. En 1984, creó la correduría de seguros S&C, hoy denominada Willis Iberia, donde desempeña el cargo de consejero director general, con más de 600 trabajadores.

José Ramón Odriozola (Bilbao, 1939) es ingeniero y posee la medalla de honor al mérito profesional concedida por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. Comenzó profesionalmente en 1963 con varios proyectos de ingeniería civil. En 1971, proyectó la construcción de siete puentes en la Ronda de Burgos. Cuatro años más tarde participó en la autopista Vasco-Aragonesa. En 1987 fue nombrado director general de la empresa constructora Tecsa. En 1991 pasó a presidir Construcciones Balzola. El año pasado se jubiló y fue nombrado presidente de honor de Balzola.

Tomás Liceaga (Urnieta, 1941) se trasladó a Hernani y adquirió un negocio de ferretería. Tras obtener el título de maestro industrial mecánico en la Escuela Carmelo Labaca, ingresó en la Escuela Técnica de Peritos Industriales de San Sebastián. En 1965, ejerció como profesor de tecnología hasta que un año después accedió a la empresa Eyher. En 1968, fue nombrado director gerente de Hormigones Euskalduna. Entre 1995 y 2005, Liceaga ha ocupado el cargo de director general del grupo Murias, dedicado a la promoción y construcción.

Pello Guibelalde (Legazpi, 1944) obtuvo el título de perito industrial eléctrico. Antes de crear Hine, ejerció como técnico de automatismos industriales en Construcciones Electromecánicas Arin y como director de la Papelera Illa en Girona, además de participar en la nueva fábrica de cocinas industriales de Fagor en Oñate, así como en Talleres Gorostidi. En 1994 firmó un acuerdo de transferencia tecnológica con empresas danesas para el sector eólico y once años después creó una filial productiva en Estados Unidos, y más tarde otra en China. En 2008, Hine contaba con 210 empleados y facturó 75 millones de euros.