Exteriores culmina la evacuación de todos los españoles que han querido salir
MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
La situación en Libia, con enfrentamientos entre milicias rivales en Trípoli y combates en Benghazi entre tropas del Gobierno y milicianos islamistas, "se va a agravar hasta extremos extraordinariamente importantes", ha alertado este jueves el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.
En una comparecencia extraordinaria en la Comisión de Exteriores del Congreso para abordar las crisis en Gaza y Ucrania, el ministro ha justificado la evacuación de ciudadanos españoles y del personal diplomático de la Embajada en que "corrían riesgo cierto".
Desde el 16 de julio pasado, el Gobierno ha ayudado a abandonar el país a un total de 148 personas, entre españoles y ciudadanos de otras nacionalidades. El primer grupo que salió del país lo hizo por carretera hacia Túnez. Eran 29 españoles y 15 portugueses.
El segundo grupo, de unas 60 personas, fue evacuado el 29 de julio en un Hércules de las Fuerzas Armadas españolas que salió de la base de Mitiga, en los alrededores de Trípoli, para lo que fue necesario negociar con la milicia islamista que controla este aeródromo, ha detallado el ministro.
En ese Hércules viajaban 37 españoles (entre ellos tres funcionarios de la Embajada), así como nueve familiares libios, una palestina, diez portugueses y tres polacos. Un día después, en un avión fletado por Repsol, salieron ocho personas ligadas con la compañía y otras tantas pertenecientes a una familia española que hasta ese día dudaba si quedarse o abandonar el país.
Finalmente este jueves ha salido un último grupo compuesto por 28 personas, 15 de ellos trabajadores de la Embajada española en Trípoli, que queda reducida a su mínima expresión con solo una persona a su cargo, un encargado de archivos, figura que contempla la Convención de Viena que rige las relaciones diplomáticas. Por lo tanto, la representación diplomática no se cierra.
En este último grupo también se ha evacuado a un español de una empresa, tres británicos, dos italianos, dos rumanos, un lituano, un croata, un serbio y dos libios.
El ministro ha querido dejar claro que la salida del personal diplomático solo se ha llevado a cabo cuando había culminado la evacuación de todos aquellos españoles que manifestaron su deseo de abandonar voluntariamente el país. Muchos de ellos pertenecen a familias mixtas que en algunos casos no han querido dejar sus casas.
Además, ha precisado, se ha hecho tras consultar con los aliados, fundamentalmente los países mediterráneos que forman parte del grupo informal del 5+5.
Italia y Malta son los únicos países europeos que han decidido mantener en Trípoli un número considerable de efectivos y son por tanto quienes atenderán las posibles necesidades consulares de los ciudadanos españoles que quedan en Libia.
García-Margallo ha defendido la decisión de reducir a la mínima expresión el personal de la Embajada española como una medida "absolutamente prudente" encaminada a que los funcionarios no corriesen "riesgos innecesarios".