BARCELONA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de un millón de ciudadanos han salido a la calle este sábado para expresar su malestar e indignación por el recorte del Estatut en manos del Tribunal Constitucional y han inundado el centro de Barcelona en una marcha histórica con 'senyeres', 'estelades' (banderas independentistas) y pancartas con lemas como 'Som una Nació' (Somos una nación).
Un millón cien mil personas, según la Guardia Urbana, y un millón y medio, según Òmnium Cultural --entidad organizadora--, se han manifestado contra el recorte del texto y en defensa de Cataluña como nación por las calles de la capital catalana y en un ambiente muy caluroso.
Han abundado las proclamas por la independencia de Cataluña a lo largo de toda la marcha, y en varias pancartas se podían leer lemas como 'Nuestra sentencia es la independencia' y 'Adiós España'.
Para la Generalitat, esta cifra de participación, que ha valorado de forma muy positiva, evidencia que Cataluña es "un pueblo dolido, herido e indignado" con una sentencia "impropia e injusta".
La marcha arrancó bastante puntual, pasadas las 18.00 horas, pero avanzó muy lentamente debido a la gran afluencia de manifestantes que se habían colocado delante de la cabecera.
Al frente, detrás de una gran 'senyera' de 250 metros cuadrados flanqueada por los lados por pancartas que rezaban 'Somos una nación; Nosotros decidimos', caminaron el presidente de la Generalitat, José Montilla; el del Parlamento regional, Ernest Benanch, junto a los ex presidentes Jordi Pujol y Pasqual Maragall, y los ex presidentes del Parlament, Heribert Barrera y Joan Rigol.
A su llegada, Montilla fue recibido por algunos manifestantes situados en primera línea al grito de 'Independència' y cánticos independendistas. La manifestación discurrió sin incidentes, si bien el propio Montilla tuvo que ser escoltado tras disolverse la cabecera, a la altura de Gran Vía, cuando un grupo de independentistas le ha increpado. El presidente entró en la Consejería de Justicia y pocos minutos después abandonó el edificio en su coche oficial.
El consejero de Interior, Joan Saura, minimizó estos abucheos y los contrapuso a las "muchas felicitaciones y agradecimientos" que también ha recibido el líder del Gobierno autonómico.
Además, Saura ha advertido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que la manifestación es "un mensaje de que el TC no puede recortar lo que se pactó con él", y le ha emplazado a rehacer el pacto del Estatut.
El otro increpado ha sido el líder de UDC y presidente de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, cuando un grupo de manifestantes independentistas se ha encarado con él, e incluso una persona le intentó poner una gorra delante de la cara.
NADA SERÁ IGUAL
El denominador común de la marcha ha servido para decir alto y claro al Tribunal Constitucional que tras la sentencia hay un antes y un después y que el fallo cambiará el curso de las cosas. En esta interpretación sí han coincidido partidos que han apoyado el 10-J, agentes sociales y entidades, dejando atrás la polémica vivida en los últimos días por cómo se debía encabezar la manifestación.
El presidente de CiU, Artur Mas (CDC), que se mostró emocionado por la gran participación, ha asegurado que la gente está dispuesta a salir a la calle en defensa de los ideales de Catalunya", mientras que el portavoz de CiU en el Parlamento regional, Oriol Pujol, ha afirmado, que "el siguiente paso es el derecho de decidir en todo, sin límites ni limitaciones".
Para el líder de ERC, Joan Puigcercós, la manifestación ha sido "un éxito clamoroso" que ha demostrado que la ciudadanía ha dicho no al Estatut y sí a la independencia.
Por su parte, la consellera de Justicia de la Generalitat, Montserrat Tura (PSC), ha afirmado que es "emocionante" ver cómo un pueblo se manifiesta de forma unida. "El protagonista es el pueblo de Catalunya", ha subrayado.
APOYO DE AGENTES SOCIALES
Dirigentes de patronales y sindicatos catalanes han secundado la marcha junto a centenares de entidades sociales. "Que se nos escuche unitariamente; somos mucha gente mucha gente diciendo prácticamente las mismas cosas, por lo que se debe tener en cuenta", ha dicho el presidente de Fomento del Trabajo, Joan Rosell.
El presidente de Pimec, Josep González, considera demostrado que los catalanes están unidos en contra de la sentencia, "por la tardanza y por el intervencionismo" del fallo. También han acudido el presidente de Cecot, Eusebi Cima, y el de la Cámara de Barcelona, Miquel Valls.
Por su parte, el secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Àlvarez, ha dicho que el Gobierno autonómico debe "escuchar y aprender para emprender iniciativas y recuperar el Estatut"; y el de CC.OO. de Cataluña, Joan Carles Gallego, ha afirmado que la sentencia hace evidente "el difícil" encaje de Cataluña y España.
Entre los manifestantes también se pudo ver al cantautor Lluís Llach; los escritores Jaume Cabré e Isabel-Clara Simó; el filósofo Josep Maria Terricabras; el sociólogo y director del Institut d'Estudis Catalans (IEC), Salvador Giner; el actor Toni Albà, y la cantante Núria Feliu.