GRANADA 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La sobrina-nieta de Federico García Lorca y presidenta de la Fundación que lleva su nombre, Laura García-Lorca, se mostró hoy satisfecha de que la Audiencia Nacional les haya autorizado a presenciar la apertura de la fosa situada entre Víznar y Alfacar (Granada) en la que supuestamente descansan los restos del poeta, al considerar que así se podrá evitar "el circo mediático".
En declaraciones a Europa Press, García Lorca se mostró cauta al opinar sobre la providencia dictada ayer por el juez Santiago Pedraz --que sustituye temporalmente en la causa a Baltasar Garzón, que se encuentra de baja médica-- y que acepta la personación de la familia del poeta en el proceso abierto sobre los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el Franquismo.
Así, justificó la personación en su deseo de que "nos tengan al tanto de todas las decisiones que se tomen" y poder "pedir intimidad y privacidad" en el proceso de exhumación de la fosa, a fin de evitar que se convierta en un "circo mediático".
Señaló que antes de que llegue la apertura de la fosa "hay muchas cosas que resolver", ya que aún hay dudas sobre los posibles lugares donde pueden estar enterrados los restos del poeta, lugar en el que también se encuentran los del maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.
Aseguró desconocer la reunión que inició a las 13,00 horas de hoy el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para evaluar la petición de la Fiscalía, que solicitaba paralizar la exhumación de fosas comunes de la Guerra Civil que está autorizando el juez Garzón.
La sobrina-nieta del poeta se abstuvo de valorar la posibilidad de que el Pleno acepte la paralización de las exhumaciones e insistió en que "nunca han querido obstaculizar los procesos ajenos al suyo, sino solamente dar a conocer la posición de la familia Lorca" sobre este asunto.
Fue el pasado 12 de septiembre cuando Nieves Galindo y Francisco Galadí presentaron en la Audiencia Nacional una demanda para poder recuperar los restos de sus antepasados, frente al "silencio" de los herederos de Lorca, "que ha primado siempre", según señalaron entonces.
La nieta del maestro republicano, que estuvo arropada por el historiador Ian Gibson y varios miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, defendió que la solicitud presentada ante el juez Baltasar Garzón era la "última salida" tras muchos años reclamando la exhumación.