MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) - El Gobierno no se plantea de momento exigir la renuncia al escaño a los ministros que a la vez son diputados, pero sí exigirá que primen en sus agendas la asistencia a las votaciones del Congreso y que aseguren su presencia en las sesiones parlamentarias de control, informaron a Europa Press fuentes oficiales. Estos requerimientos sólo son aplicables en la Cámara Baja, ya que en el Senado el PP disfruta de una holgada mayoría absoluta. Además del presidente Mariano Rajoy y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el Gobierno cuenta con otros nueve diputados: Rafael Catalá (Justicia), Iñigo Méndez de Vigo (Educación), José Ignacio Zoido (Interior), Cristóbal Montoro (Hacienda), María Dolores de Cospedal (Defensa), Dolors Montserrat (Sanidad), Fátima Báñez (Empleo), Álvaro Nadal (Energía) e Isabel García Tejerina (Agricultura). En condiciones normales, nadie ha discutido que los ministros sean a la vez diputados, y así lo han venido haciendo todos los Gobiernos. Aunque tampoco existe incompatibilidad legal, sí se ha exigido la renuncia al escaño a los secretarios de Estado (salvo el de Relaciones con las Cortes) para ser relevados por diputados con plena dedicación a la labor parlamentaria y asistencia garantizada a las votaciones. Pero esta vez el Gobierno representa once votos en un Grupo Popular que sólo cuenta con 134 diputados, lejos de los 176 votos (mayoría absoluta) que requieren las leyes orgánicas y en situación de minoría frente a la oposición, por lo que cada votación, especialmente cuando se discuten iniciativas legislativas, puede resultar trascendental. Por eso, en filas del PP admiten que llegaron a plantearse la conveniencia de que, además de los secretarios de Estado, buena parte de los ministros renunciasen al escaño para evitar que, por motivos de agenda (viajes o compromisos oficiales), se produjeran ausencias en las votaciones. A priori, la idea parece descartada, pero desde Moncloa esperan que en los Ministerios asuman que la agenda parlamentaria es "prioritaria" y que su presencia en las votaciones de iniciativas legislativas en el Congreso debe ser "inexcusable". Se pedirá, por tanto, que liberen sus agendas de actos en esos tramos, a última hora de los martes de Pleno, y los jueves por la mañana. Además, y dadas las exigencias de la oposición, Moncloa quiere que los ministros sólo falten a las sesiones de control de los miércoles por "causas justificadas". Ello obligará en muchas ocasiones a negociar con los grupos el aplazamiento de preguntas e interpelaciones si no hay más remedio que asumir la ausencia del ministro interpelado.